ESTADOS UNIDOS.- Sony Pictures sigue sufriendo los estragos de uno de los peores ciberataques de la historia. Ahora, los principales afectados son más de 30 empleados, cuya información médica y de sus familiares fue filtrada junto con todos los documentos que robaron los hackers.

Este es un tema muy delicado, puesto que este tipo de información es confidencial y privada. Los documentos filtrados no sólo contienen historiales médicos, sino también diagnósticos de enfermedades, tratamientos y hasta pólizas de seguro.

Según Deborah Peel –directora de Patient Privacy Rights, una ONG que vela por los derechos de los pacientes–, este tipo de filtración afectará a esas personas por el resto de sus vidas, ya que una vez que algo se sube a Internet, se queda ahí para siempre.

"Esto es mil veces peor que los otros documentos de la compañía que se filtraron. La información médica es la más importante y sensible de cada persona" —Deborah Peel, activista en pro de la privacidad de los pacientes.

Uno de los casos más delicados es el del hijo de un empleado con necesidades especiales, cuya información detallada del tratamiento al que ha sido sometido, así como su nombre y datos personales, se detalla en una serie de correos electrónicos del departamento de Recursos Humanos de Sony Pictures.

Este acontecimiento se suma a las burlas hacia Obama, las películas filtradas y todo lo demás que ha sucedido tras el hackeo de hace 2 semanas. Al parecer, la pesadilla de Sony aún no termina.

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