LAS VEGAS- De nuevo el mundo de las MMA se conmocionó cuando la Comisión Atlética de Nevada (NSAC por sus siglas en inglés) reveló que los dos peleadores que participaron en el evento estelar de UFC 183, Anderson Silva y Nick Díaz dieron positivo por dopaje, Silva resultó positivo por drostanolona en una prueba previa realizada un mes antes de la pelea, mientras que Nick Díaz dio positivo por mariguana en el examen después de la pelea, siendo la tercera vez que éste da positivo por dicha sustancia en Nevada.

La drostanolona es un esteroide anabólico que es usualmente utilizada por fisiculturistas al hacer dieta o bien por atletas que buscan mayor velocidad en sus movimientos, así como también ayuda estimular los músculos y reduce la grasa corporal sin perder fuerza física, se le considera como un derivado de la testosterona. Cabe mencionar que Silva toda su carrera ha sido notable por su firme postura contra el uso de drogas en las MMA y constantemente participó en campañas para mayor control antidopaje, hasta ahora Silva había tenido un historial limpio. Su doctor personal Marcio Tannure quien además es el jefe de servicios médicos de la comisión atlética brasileña ha señalado que contactó a Silva tras saberse los resultados y negó rotundamente el haber utilizado esteroides. Silva tendrá que presentarse a declarar ante la NSAC el próximo 17 de febrero.

Nick Díaz por su parte dio positivo por mariguana por primera vez en 2007 cuando participó en Pride 33, venciendo a Takanori Gomi pero tras dar positivo el resultado se cambió a combate inválido y Díaz fue suspendido por 6 meses, mientras que de nuevo dio positivo en febrero de 2012 tras UFC 143 al perder con Carlos Condit por una polémica decisión unánime y la NSAC lo suspendió por un año, en ambos casos también fue multado por el 30% de su bolsa. En esta ocasión Díaz dio positivo por el doble del límite permitido.

Esto llega en un momento difícil para la UFC, ya que el campeón mundial semicompleto Jon Jones también dio positivo en una prueba previa a su pelea con Daniel Cormier en UFC 182 por cocaína, sin embargo se le permitió competir tras dar negativo en un examen a una semana previa de la pelea y evitó una sanción mayor al no ser reconocida la cocaína como una sustancia prohibida en competencias por la Agencia Mundial Anti-Dopaje (WADA por sus siglas en inglés), sin embargo eso no ha parado la ola de críticas hacía la UFC y la NSAC por la aparente pasividad con la que se trató el caso de Jon Jones.