PLAYAS DE ROSARITO.- Para Hugo Torres, la vida es bella. El legendario Rosarito Beach Hotel, del cual es dueño, cumple 90 años el próximo mes de mayo. La meca turística que el mismo transformó en una cuidad, ahora Playas de Rosarito, cumple 20 en junio. Para el hotelero de 78 años de edad, el 2015 es un año digno de celebración.

Especialmente por que nadie ha intentado asesinarlo a él o alguno de sus aliados.

Aunque esto no fue así en el 2007. Al postularse como alcalde, Torres se comprometió a despedir a policías corruptos y arrestar a criminales que "vienen aquí como si fuera Disneylandia".

Después de quedar electo, Torres contrató a un nuevo jefe de policía, un capitán retirado del ejército mexicano llamado Jorge Montero. A pocas semanas de que Montero se encontrara a cargo, hombres armados irrumpieron en la estación de policía, asesinaron a uno de sus guardaespaldas e hirieron a otro antes de escapar.

"Sabía que las cosas estaban mal" mencionó Torres quién contrató a sus propios guardaespaldas después de recibir amenazas de muerte. "Pero no sabía a que grado llegaban".

Las cosas solo empeorarían. En 2008, la cuidad se vio azotada por una ola de masacres e inestabilidad económica. No obstante, los 3 años de la administración de Torres son constantemente acreditados por crear una cuidad más segura.

A pesar de haber dejado el puesto desde el 2010, Torres aun maneja los negocios más grandes de Rosarito y continúa siendo una importante figura para la cuidad.

"Es alguien que ha hecho mucho por Rosarito," mencionó Víctor Loza Bazán, presidente de la Asociación Estatal de Agente de Bienes Raíces en Baja California. "Pero las ideas y gente nueva no pueden progresar debido a todo el poder que tiene."

La mejor propina

La primera vez que Hugo Torres visitó Rosarito, en niño urbanita de tan sólo 7 años.

"Era como viajar en el tiempo", dijo al mencionar como fue cambiar de la cosmopolita Cuidad de México en 1943 a un pueblito polvoriento con apenas 500 habitantes. "Es como si viajaras de Nueva York a algún lugar diminuto."

Después de que el padre de Hugo falleció, su madre volvió a contraer matrimonio. La relación hijastro-padrastro nunca fue muy buena así que el pequeño Hugo se fue a vivir con su tía.

Maria Luisa Chabert, una cantante de ópera, dirigía un histórico hotel en Rosarito y vivía en una mansión de 2 pisos y 8 habitaciones.

El hotel abrió sus puertas en 1925 como parte de una colección de carpas junto al mar diseñadas para cazadores y pescadores caña. Los Chaberts habían adquirido un propiedad de 25 hectáreas en 1929 y construyeron las primeras habitaciones del hotel. Para cuando Hugo se mudó con sus tíos, había 50 habitaciones la cuales dominaban el pueblo. Con sus losetas brillantes, amplios pasillos y hermosas vistas al mar, el hotel atrajo a una galaxia de estrellas de Hollywood.

En una ocasión, Aly Khan y Rita Hayworth llenaron el hotel con un séquito de 18 personas. El príncipe supuestamente pagó por una cerveza de 75 centavos con un billete de $100 dólares.

"Quédese con el cambio", dijo.

O por lo menos así cuenta la leyenda. "Esa sigue siendo la mejor propina que se haya dejado," mencionó Torres.

En los años 60 mientras Torres vivía en México para obtener su título en Administración, su tía Maria lo llamó para que se encargara del hotel, el cual se encontraba bajo una nueva corporación.

Al tomar el mando Torres fijó 3 objetivos:

En primera, comenzó a agregar secciones nueva. "El propiedad era demasiado grande para solo contar con 50 habitaciones."

En segunda, promovió al hotel de manera agresiva, su imagen y sus alrededores. "Quería hacerlo un lugar rentable".

Y en tercera, en 1968 compró el hotel.

Optimismo

Torres está en contra de cualquier cosa que caiga dentro una crítica injusta hacia Rosarito, especialmente cuando este tipo de criticas llegan a cruzar la frontera.

"Es muy difícil lidiar con los medios en Estados Unidos," mencionó.

No obstante, Torres es dueño de 2 periódicos locales, Ecos de Rosarito y Baja Times, este último esta dirigido a turistas y a las 14,000 personas jubiladas que residen en la cuidad.

En los 80s, Torres fue responsable de un sin número de historias criticas. Rosarito era parte de Tijuana y a pesar de ello, el pueblo no contaba con servicios básicos tales como drenaje, alumbrado público y sólo contaban con un oficial policiaco. Torres dirigió un comité de trabajo para lograr la independización de Rosarito.

"Comenzamos en marzo y a pesar de que terminamos en diciembre" dijo Torres, "No tomó 12 años y medio."

Por fin lo lograron en 1995, nombrando a Torres como jefe de un consejo de siete miembros bajo la legislatura de Baja California. Los miembros del consejo lo nombraron presidente. Torres donó su salario de alcalde a un programa de desayuno para estudiantes y otras causas nobles.

Cuando su período de administración termino 3 años después en 1998, dejó la política. Nueve años después, perturbado por la creciente influencia de los cárteles, regresó.

Al ser elegido como alcalde Torres contaba con enemigos, algunos portaban uniformes. Una de sus primeras acciones dentro del puesto fue exigirles a todos los oficiales que entregaran sus armas. Mientras que el ejército mexicano patrullaba Rosarito, todos aquellos que se encontraban bajo una nómina policiaca eran interrogados bajo un detector de mentiras acerca de posibles conexiones con cárteles, los interrogatorios duraron de 6 a 8 horas.

Al principio el rango de homicidios se disparó. En el 2088, el estado de Baja California reportó en Rosarito 61 homicidios. Cuando Torres dejó el puesto en 2010, el rango había descendido a 33.

La combinación de malas noticias y la Gran Recesión diezmaron el intercambio turístico de Rosarito, incluyendo al hotel de Torres. "Me vendría abajo, y habría un 97% de habitaciones vacías," mencionó Gregory Payne, un profesor del Colegio Emerson de Boston, quién ayudo a moldear la estrategia de relaciones públicas de Playas de Rosarito. "No obstante, nunca se despidió a nadie."

Las cosas comenzaron a mejorar en el 2010. Siendo un abuelo con 5 nietos adultos, Torres aún trabaja tiempo completo, buscando impulsar la economía de la cuidad. Torres habla sobre el hundimiento de una barco donde se creará una arrecife, la creación de una zona tipo Gaslamp en el centro de Rosarito, y de como convencerá a los Estadounidenses de que la cuidad si es segura.

Mientras que Rosarito si mucho más segura que los destinos populares de Estados Unidos tales como Nueva Orleans, el crimen se ha incrementado desde que Torres dejo su puesto. El año pasado hubo 45 homicidios en la cuidad; Ensenada, quién dobletea la población de la cuidad, tan solo reportó 50.

No obstante, el fin de semana pasado, las 288 suites y la Torre Pacífico deluxe de 19 pisos del Rosarito Beach Hotel quedaron agotadas. Hugo Torres sin duda ha dedicado su vida a esta cuidad e industria, y con todos y sus altibajos, se puede dar el lujo de sonreír.

Vía U-T San Diego.

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