Robin Thicke sigue luchando por el crédito de su hit de 2013 "Blurred Lines", ya que ha sido acusado por la familia de Marvin Gaye de plagiar su clásica "Got to Give It Up" junto al rapero T.I. y el productor Pharrell Williams. El trío ya había emitido una demanda precautoria cuando surgieron las sospechas de esto, a lo que sus opositores respondieron con una contra-demanda que lleva casi dos años en juicio.

Durante una de las sesiones de la semana pasada, el cantante decidió acompañarse de un piano para demostrarle al jurado que las progresiones de acordes en la música popular suelen ser muy parecidas. Incluso ejemplificó tocando las dos canciones en cuestión, así como otras cuantas de U2, The Beatles y Michael Jackson.

Sobre su autoría, confesó que en realidad fue Williams quien concibió la composición. "El éxito más grande de mi carrera fue escrito por alguien más y yo me sentí celoso y quise crédito," y añadió "se sintió como una pequeña mentira blanca que no dañaría su carrera pero sí beneficiaría la mía."

El juicio continuará esta semana con la testificación de Williams para resolver si la familia de Gaye recibirá una porción de los $30 millones de dólares que generó el sencillo o si éste es lo suficientemente original para salvar sus ganancias.

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