TIJUANA.- Cada año, más de 60 mil de deportados son prácticamente botados en Tijuana, sin oportunidades o alguna infraestructura donde puedan apoyarse después de su llegada. Este fenómeno se ha ido desarrollando en una crisis humanitaria concentrada a lo largo del canal de la cuidad, llamada "El Bordo". Es aquí, donde miles de mexicanos que son deportados de los Estados Unidos terminan viviendo en condiciones extremas, dentro de las alcantarillas, en el canal y debajo de los puentes. No es sorpresa que el uso de drogas y las enfermedades prevalezcan bajo un ambiente de baja moral.

Tijuana Global Shaper Community (un grupo diverso de jóvenes afiliados a World Economic Forum) propuso un proyecto que se enfocaría en la creación de tecnología basada en cultivos verticales a lo largo del Río Tijuana, este es un proyecto similar al que ya existe en Nueva York, pero con un giro productivo. La idea fue inspirada en una experiencia que se tuvo junto con Angel Ventures, donde se invirtió en Home Town Farms, proyecto de cultivo vertical iniciado en un vecindario de San Diego.

Lo que se hizo fue simplemente juntar un modelo empresarial lucrativo con un problema social, teniendo como resultado la creación y presentación de un plan de negocios a través de "%20and%20named%20the%20project%20"Bordofarms"./">ESTUDIO", una firma arquitectónica especializada en urbanismo y el impacto social que tiene dentro de las comunidades. El objetivo de BORDOFARMS era crear un centro para migración transitoria y agricultura urbana a la orilla del Río Tijuana ("El Bordo".

Poco después de lanzar el proyecto, se comenzó un cabildeo con CONAGUA, para obtener permisos de terreno. Después de tres meses de esfuerzos, sin ayuda alguna, se decidió lanzar "Guerrilla Farming", un movimiento principalmente inspirado por Ron Finley durante su discurso "A guerrilla gardener in South Central LA".

Para acelerar las cosas, en diciembre del 2014, BORDOFARMS se asoció con Transición Tijuana, el grupo líder de agricultura urbana en la ciudad, donde se trabajó con un proyecto piloto el cuál fue lanzado el 17 de enero de 2015.

Cuando BORDOFARMS por fin fue lanzado, se hizo con bombo y platillo. Sin embargo, desde el punto de vista de algunos medios, "esto fue un acto de desobediencia civil, llevado a cabo en terreno federal sobre las ajetreadas vías públicas de Tijuana y a plena luz del día. Durante horas, los voluntarios construyeron cajas, acarrearon tierra y plantaron semillas, acciones a las cuáles los organizadores nombraron como el primer paso del proyecto de agricultura urbana, teniendo como objetivo abordar la situación de aquellos que son deportados de Estados Unidos y se quedan sin hogar"…"La visión era construir cultivos urbanos verticales que generarían empleos para los deportados, revitalizando una zona deteriorada y sirviendo como fuente de alimento para la cuidad." Este proyecto piloto consistió en plantar 30 camas elevadas de col, betabel, acelgas y lechuga, que serían cuidadas por 10 deportados de la zona de "El Bordo", quiénes trabajarían de manera temporal.

A diez semanas de haber comenzado, 5 de los 10 agricultores encontraron trabajo de tiempo completo gracias a un programa de incubación social, el cual incluye el desarrollo de habilidades sociales, proporciona ayuda psicológica e imparte talleres; algunos agricultores volvieron a su lugar de origen en el estado de Michoacán, después de pasar 19 años marginados en Tijuana; uno de ellos voluntariamente ingresó a un centro de rehabilitación; y otros crearon un pequeño negocio de piñatas. Estos eran los agricultores de BORDOFARMS.

Más de 15,000 personas visitaron BORDOFARMS, y más de 300 artículos a nivel, local, nacional e internacional fueron escritos respecto a ello. Este proyecto piloto fue una prueba de mercado, la cual comprobó que existe una fuerte necesidad en cuánto a la provisión de apoyo transitorio para estas comunidades dispuestas y ansiosas.

A pesar de que el proyecto fue levantado sin apoyo del gobierno, siempre se mantuvo al margen de la ley, mostrando a través de sus resultados el impacto positivo que BORDOFARMS tuvo sobre la vulnerable comunidad de deportados en Tijuana. De enero a marzo, se reanudó el cabildeo con CONAGUA y el Gobierno del Estado de Baja California a través del Consejo de Atención Migratoria.

El 13 de marzo de 2015, después de que cesaron las lluvias, las autoridades evacuaron a casi 200 personas de la zona de "El Bordo." Desde entonces, la presencia del ejército y policías municipales ha sido muy notable, teniendo como fin impedir el acceso de cualquier civil a estar área.

La agresiva estrategia gubernamental dio como resultado que BORDOFARMS fuera el último que residiera en "El Bordo". Como medida para ser retirados, la oficina del Alcade abrió una línea de comunicación y ofreció reubicar el proyecto hacia la Avenida Baja California, un parque abandonado el cuál fue creado por el alcalde anterior teniendo muy poco éxito, ya que se encuentra en un área donde existen pandillas y las tasas de crimen son muy altos, así como también se encuentra rodeado de una comunidad sin soporte.

Dada que esta oferta no coincidía con el enfoque de BORDOFARMS , el cuál siempre ha sido el crear oportunidades para los deportados, se hizo una contraoferta para rehabilitar el viejo corredor turístico de Tijuana, "Puente México". Esta área que solía recibir anualmente a miles de visitantes de los Estados Unidos, quedó abandonada y deteriorada debido a un descenso turístico. La propuesta era rehabilitar esta importante zona al donar las 30 camas de cultivo, acomodándolas a lo largo del corredor. Esta segunda fase tendría como objetivo principal la rehabilitación del área, atrayendo turistas e integrando a la comunidad deportada con la esperanza de generar empleos productivos a través de asociaciones potenciales con pequeños negocios que están al tanto de acciones turísticas.

Con el apoyo del Ayuntamiento de Tijuana, se comenzó el proceso burocrático de "adoptar un espacio público" y se presentaron los documentos necesarios.

Ese mismo día la aplicación fue rechazada y se dijo que la única oferta era la de la Avenida Baja California, y no se hablaría más al respecto.

Una semana después, el Alcalde se reunió con el Presidente Enrique Peña Nieto, donde uno de los temas principales fue las condiciones de "El Bordo". Al recibir una llamada de la Secretaría de Desarrollo Social, la cuál ofrecía apoyo para reubicar las 30 camas de cultivos, para reducir la tensión creada, se decidió que se desarrollaría un "programa para la adopción de cultivo", que se ofrecería a quiénes apoyaban este esfuerzo.

Partidarios del proyecto continuaron promoviendo la agricultura urbana y las oportunidades para la comunidad de deportados. Las camas de cultivos ahora se encuentran alojadas en 20 ubicaciones diferentes de la cuidad, tales como restaurantes populares, El Culinary Art School, espacios de trabajo, centros comunitarios y de rehabilitación. A pesar de que el proyecto terminó, la expansión de BORDOFARMS en la cuidad continuará creando conciencia de situación actual que afecta a una comunidad deportada así como también intentará mejorar la crisis, a través de la creación de una cultura de forestación para la agricultura urbana y sustentabilidad.

La fase piloto de BORDOFARMS generó tantas ideas únicas que se continuarán explorando, un ejemplo de ello es el "Bordofarm Móvil", un vehículo ambulante que cuenta con un pequeño jardín y taller que temporalmente va de un lugar a otro en la cuidad para crear conciencia dentro de escuela, negocios, espacios públicos y cualquier lugar que se lo permita. A largo plazo, se espera continuar con el objetivo de construir el "Centro para Migración Transitoria y Agricultura Urbana", tan cerca del epicentro de deportación como sea posible.

Después de esta intensa inmersión en lo que es la fábrica social de la comunidad deportada de la cuidad, se puede decir que hemos aprendido que existen muchas maneras de abordar problemas sociales en donde no solo podemos mejoras problemas humanitarios si no también estimular un crecimiento de vitalidad económica. Gracias a proyectos como este, se reta y se interrumpe en el estado actual de la cuidad, para así inspirar a las comunidades a que tomen el control de sus localidades y creen cambios. BORDOFARMS nos enseño que si plantamos ideas, la comunidad crecerá.

Miguel Marshall, autor de esta nota es un emprendedor e inversionista enfocado en la integración de tecnología de industria en Latinoamérica y California, utilizando a Tijuana como plataforma de talento humano y mercado de acceso. También es fundador de Tijuana Global Shapers HUB y BORDOFARMS.

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