La realidad es que los residentes de California están acostumbrados a las sequías, que normalmente ocurren cada década, sin embargo todo apunta a que la situación actual es la más severa en la historia moderna del estado.
Los expertos en agua, las autoridades municipales y los ciudadanos siguen tratando de entender lo que se espera, cómo afectará el estilo de vida y lo más importante, qué pueden hacer al respecto.
La población en California peculiarmente demanda cantidades irracionales de agua para usos residenciales y ahora se encuentran preocupados por los trastornos ambientales. Además de poseer un sector agrícola productivo que alimenta gran parte de Estados Unidos y se encuentra amenazad por la escasez.
El verdadero reto está en constituir un sistema capaz de almacenar y entregar agua, con planes nuevos que tengan un margen de error mínimo y busquen reforzar lo que ha fracasado durante años debido a desacuerdos políticos.
Las circunstancias son desfavorecedoras. Retrocediendo en el tiempo, la sequía pasada registrada inició en 2007 y fue hasta 2011 cuando California logró establecerse. Sin embargo fue prácticamente inmediatamente cuando comenzaron una vez más las "rachas secas".
Eso no es todo, la sequía también ha afectado la cuenca del Río Colorado, que es una fuente importante del suministro de agua para California. La capacidad de almacenamiento de los embalses como el Lago Mead, han descendido peligrosamente. Sin olvidar, que el clima ha sido un factor clave en la lenta recuperación ya que cada vez es menos factible la posibilidad de lluvia.
Via: UT San Diego
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