Tijuana

Cómo se enfrenta Baja California a la sequía

La escasez de agua en la normalmente árida región ha obligado a crear nuevas medidas de conservación y proyectos

MEXICALI.- Mientras los bloqueos por parte de la frontera estadounidense comenzaban a ocurrir, un auditorio lleno de agricultores se hacia escuchar con preguntas ansiosas. Por años, el agua del Río Colorado ha sido su línea de vida para sus campos de algodón, trigo y alfalfa, y ahora sus usuarios se enfrentan ante probables reducciones.

¿Qué hay de sus derechos? ¿Y de las ciudades e industrias del estado?

"La pregunta es, ¿habrá más agua para Tijuana y la costa? preguntó Octavio Fierro Márquez. "No estamos en contra de eso, pero queremos tener una certeza en cuanto a nuestro derechos.

Si nos reducen nuestra entregas, nos están quitando nuestro derecho."

La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) no proporcionó ninguna respuesta concluyente, lo único que sus funcionarios pudieron ofrecer fue una gama de estimados y posibilidades, así como la certeza de: Si declaran reducciones en el Río Colorado, Baja California y alguna partes de Sonora pueden esperar entregas limitadas.

Con creciente urgencia, los administradores del agua se encuentran planeando una serie de medidas destinadas a 'estirar' la provisión de agua existente en Baja California así como crear nuevas fuentes de obtención, desde desalinizar plantas en pozos y reservas nuevas, revestir canales hasta mejorar las técnicas de irrigación.

Desde San Quintín hasta Valle de Guadalupe y Mexicali, el agua se ha vuelto un tema constante en la regiones agrícolas del estado. "No ha habido ningún día desde que soy Secretario que el tema principal no haya sido el agua," mencionó Manuel Valladolid, Secretario de Agricultura de Baja California.

Más de la mitad de los estados se enfrentan a las condiciones de sequía a largo plazo, teniendo a Tijuana y Ensenada como las regiones del corredor costero que se verán más severamente afectadas, según el monitor de la Comisión Nacional del Agua. Tijuana depende un 98% del agua del río, mientras que Ensenada a pesar el único municipio en Baja California que no recibe agua del río, ha sido sujeto a medidas de racionamiento desde el 2014.

No obstante, a muchos residentes aún 'no les cae el veinte' en cuanto a la gravedad de la situación, mencionó Carlos de la Parra, investigador del Colegio de la Frontera Norte y Presidente del Comité Asesor de Problemas Fronterizo en Tijuana. "La crisis que ha atacado a California para nosotros es como si estuviéramos viendo una película, y realmente sentimos empatía por los personajes diciendo que 'están sufriendo', pero sin entender que también somos parte de la imagen."

La dependencia del Río Colorado

Mientras que el mes pasado California lanzó una medida obligatoria de conservación del 25% para todos sus residentes, Baja California aún no implementa ninguna medida de conservación a nivel estatal. Solo durante estas últimas semanas es que la palabra sequía se ha vuelto un tema de discusión pública.

Justo al final de la extensión de las 1,450 millas del Río Colorado, las granjas y ciudades de Baja California han dependido por años del río; en California, la agricultura consume gran paste de su provisión, cerca de un 85%. Complementado por sus fuentes de agua subterránea la distribución de 1.5 millones de hectáreas de México vienen siendo la fuente principal del estado, algo critico para los ondulantes campos de trigo del Valle de Mexicali, la extensión de vivienda en Tijuana, las fábricas en Tecate y los hoteles y condominios en Rosarito.

En México, el primer impacto de las reducciones del Río Colorado, la cuenca que une a siete estados de Estados Unidos con el norte del país, podría ser sentido en el Valle de Mexicali y en el estado de Sonora donde el Valle de San Luis también depende del río así como una series de pozos que son alimentado por su filtración.

Preparativos para reducción

México y Estados Unidos han acordado compartir cualquier reducción, de acuerdo con CILA, una declaración inicial de reducción podría disminuir la distribución anual de México hasta 62 millones de metros cúbicos, o bien, 50 mil pies hectáreas.

De llegar estar reducciones, agricultores tales como Leornado Gaspar Blanco, cuyos campos e encuentras al extremo norte del Valle de Mexicali, cerca de la frontera con Arizona, ya se encuentran haciendo cálculos.

Si la reserva del Lago Mead en Nevada desciende a 1,0075 pies, las entregas anuales para Baja California disminuirían a 50 mil pies hectáreas y agricultores como Blanco se verán obligados a barbechar sus tierras: media hectárea por cada 20 hectáreas de parcela.

Cambios en irrigación

Los agricultores del Modulo 4 participarán en un programa federal de conservación de agua llamado Riego por Gravedad Tecnificado (RIGRAT). El programa, cuyos costos serán divididos entre el gobierno y los agricultores, tiene como objetivo reducir el agua desperdiciada.

"Esto significa irrigar con menos agua y más eficiencia, para que así no se desperdicie," mencionó Marco Aurelio Gámez Servín, líder del distrito de irrigación. Durante casi un año, cerca de 77 mil hectáreas han sido inscritas en el programa, para septiembre se espera tener a 64 mil más.

El programa se enfoca en nivelar los campos, revestir los canales, asegurar pendientes optimas para que agua fluya a través de la gravedad y evitar la necesidad de un constante bombeo. Los agronomistas miden el volumen y la velocidad del flujo del agua, evalúan la eficiencia de cada parcela y recomiendan mejoras, aconsejado a los regadores, de cómo, cuándo y cuándo deben de irrigar cada parcela.

La necesidad de tomar medidas de conservación en la región resulta algo grande para la región, ya que casi 30% del agua en el distrito de riego es perdida gracias a filtración y evaporación. Un paso clave para incrementar su eficiencia sería su almacenamiento, una medida que permite a los agricultores planear y mejores sus esfuerzos de conservación.

"Tenemos que continuar con las estrategias, y hacerlo saber a los agricultores, " mencionó Valladolid. "No podemos decir que 'estaremos en sequía', La realidad es que así es como estamos y debemos aprender a vivir con ello."

"Para nosotros, el río significa vida, sustento para nuestras familias, sustento para nuestras ciudades," menciona Blanco. Los cultivadores dependen en gran parte de los pozos, pero de comenzar con reducciones, ellos también se verán afectados.

"El agua es un ingrediente muy caro, el valle tendrá que comenzar a crear cultivos más rentables tales como cebolla verde, vegetales, palma de dátil las cuales requieren de mucha agua, pero con métodos de alta tecnología podría funcionar."

Vía San Diego Union Tribune

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