EEEUU.- El amor nos vuelve tontos, cuando uno está enamorado, es posible que lleguemos a tomar decisiones que puedan afectarnos. No solo los famosos están expuestos a que se revele alguna foto o video íntimo, también nosotros, no todo lo que brilla es oro, por lo cual, se debe de tener mucho cuidado cuando se está en una relación.

El hecho de tomarse fotografías en la intimidad con tu pareja, aunque no parezca es algo común, sin embargo, si se llega a romper con esta persona y no de la mejor manera, puede traer grandes consecuencias.

Porn Revenge o Venganza Pornográfica, es cuando un ex novio(a) con sed de venganza publica fotos o videos originalmente realizados para uso exclusivamente privado. El mes pasado, usuarios de Google estuvieron haciendo la búsqueda sobre el "revenge porn".

McAfee, compañía de seguridad tecnológica realizó una encuesta, la cual reveló que el 60% de las amantes que fueron amenazadas por sus ex parejas, habían sido expuestas online. Además, el 50% de los acosadores cibernéticos son parejas despechadas.

End Revenge Porn y Without My Consent, son organizaciones sin fines de lucro que buscan combatir y concientizar al público sobre esta modalidad de invasión a la privacidad, así mismo, también espera fomentar un debate en torno a la libertad de expresión, la responsabilidad personal y la necesidad de legislación que proteja la privacidad cibernética.

En algunos estados como Illinois, existen diferentes legislaciones para proteger a las víctimas de esta modalidad. 50% de los estados tienen algún tipo de legislación, la organización End Revenge Porn trabaja con el Congreso para pasar una ley federal.

Características para que la ley sea efectiva:

El motivo no es importante: Solo en algunos estados se pide que demuestre la intención del ofensor de causar estrés emocional a la víctima. Aunque no importa la intención, sus acciones perjudicaron a la víctima.

Selfies también cuentan.

El castigo por quebrantarla sea significante: Esto incluye las ganancias provenientes de la distribución de videos y fotos privadas.

Los intermediarios también son responsables: No sólo el distribuidor original enfrente las consecuencias, sino también todos aquellos que recibieron la foto y la volvieron a enviar.

Vía La Opinión

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