La próxima vez que vayas a tomar una Coca Cola para refrescarte, probablemente quieras pensarlo dos veces, cuando descubras todo lo que sucede en tu cuerpo al ingerir esta bebida.
Un británico que se hace llamar "The Renegade Pharmacist" (El Farmacista Renegado), se dió a la tarea de enumerar el proceso que atraviesa el cuerpo, dependiendo los minutos que han transcurrido desde que la gaseosa entra al sistema.
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En cuestión de 10 minutos, ya sobrepasaste la cantidad recomendada de azúcar para tu cuerpo, normalmente esto te haría vomita pero existe una reacción química que calma el choque de tanta glucosa de un solo golpe.
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Los siguientes 20 minutos, toda la sangre de tu cuerpo será invadida por glucosa y tu hígado va a convertir cada gramo de azúcar de tu cuerpo en grasa.
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Por si fuera poco que tu glucosa está disparada, pasados 40 minutos tu cuerpo comienza a absorber toda la cafeína que contiene la soda y sin que te des cuenta, tus pupilas se dilatan como una consecuencia de la presión de la sangre que comienza a subir.
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A los 45 minutos te sentirás satisfecho y feliz de haber tomado la decisión de tomarte una refrescante Coca Cola, esto sucede por la liberación de dopamina.
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Una hora después, tu metabolismo comienza a acelerarse y las reacciones químicas están en su punto exacto. Los pocos nutrientes que pudiste ganar del líquido (calcio, magnesio y zinc) van a ser evacuados en tu próxima visita al baño.
El proceso comienza a tomar el efecto contrario, es muy seguro que después de haber orinado, toda la energía que sentiste comienza a desvanecerse. Es cierto que en comerciales o la información nutrimental te pueden hacer creer que podías obtener nutrientes pero gracias a las propiedades diuréticas de la cafeína, ya no están en tu cuerpo.
Tal vez una vez al año no hace daño, pero es importante que tomes en cuenta que si esta es tu bebida favorita, a largo plazo puede traerte repercusiones en tu salud e incluso tu estado de ánimo.
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