Se han contado muchas historias de horror sobre la transición de cineastas independientes al circuito de los titanes hollywoodenses. En esta ocasión parece ser que el afectado fue Josh Trank con su reboot de Fantastic Four, franquicia cuyas adaptaciones ya contaban con una mala reputación.

Después de la lluvia de críticas que recibió su entrega del universo Marvel, el director californiano tuiteó y posteriormente borró "Hace un año tenía una versión fantástica de esto, la cual hubiera recibido grandes reseñas. Probablemente nunca la vean, pero esa es la realidad."

El Hollywood Reporter ya había reportado la tensión en el set de Fantastic Four, la cual llegó al punto en el que los productores Simon Kinberg y Hutch Parker se vieron obligados a terminar la película tres meses antes de estrenarse. También se rumora que este mal roce pudo haber influenciado la salida de Trank del proyecto de Star Wars (Kinberg también es productor de éste).

Después de su entrevista nefasta con Esquire, Miles Teller (quien interpreta a Mr. Fantastic) también decidió defender al largometraje con el argumento de que cintas de esta escala "rara vez tienen buen recibimiento de la crítica, esta no es una película que recibirá 80 o 90 por ciento en Rotten Tomatoes". Igual enfatizó que "tratamos de hacer algo más que acción palomera y desalmada", así como "algo que viniera más de una postura dramática, así que esperamos que la gente la disfrute y reconozca que intentamos hacer algo original".

El desenlace desafortunado de Fantastic Four es particularmente frustrante debido a la aplaudible trayectoria de los involucrados, tales como el director Josh Trank (Chronicle) y los protagonistas Miles Teller (Whiplash y The Spectacular Now), Michael B. Jordan (The Wire y Fruitvale Station), Kate Mara (Brokeback Mountain y House of Cards) y Jamie Bell (Billy Elliot y Snow Piercer).

Vía Variety

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