Vida

Comida engañosamente sana

Les dejamos algunos alimentos que no son tan dietéticos como aparentan.

Por Karla Sanay2015-08-25T22:51:40+00:00

Muchas veces nos dejamos llevar por tendencias alimenticias o las etiquetas de productos, pero dar por hecho el valor nutricional de aquellos alimentos no siempre es la decisión más acertada. Para esos momentos de incertidumbre, aclaramos algunos de los mitos detrás de populares alternativas "nutritivas".

1.- Granola

Estas mezclas variadas de cereales, nueces, semillas y fruta pueden ser muy convenientes para desayunos rápidos y portátiles, sobre todo en su presentación de barras. Sin embargo, el riesgo de la granola está en el cálculo de sus porciones (una taza tradicional puede tener casi 600 calorías y 20 gramos de azúcar antes de agregar yogur o leche). Lo recomendable sería comprar los empaques bajos en azúcar y usarla como complemento en vez de plato principal.

2.- Aderezo "Fat-Free"

Suena muy bonito cuando te venden antojos libres de grasa, pero esto no es suficiente para limpiar tu conciencia. En el caso del aderezo, estas presentaciones resultan contraproducentes porque se despojan muchas de las fortalezas nutricionales de la ensalada (no se absorben varios de los nutrientes solubles en grasa). Si quieren ahorrarse calorías, es mejor quedarse con la clásica combinación de vinagre y aceite de oliva.

3.- Papas "Baked"

Las papas fritas son uno de los pilares de la comida chatarra, un gusto difícil de sacrificar y con el que muchos batallan. Tomando en cuenta lo anterior, las compañías han popularizado las versiones horneadas o "baked" que complacen a varios consumidores. Lamentablemente, la reducción de grasa no afecta mucho su índice calórico (una diferencia de 20 calorías con las fritas). Si consideramos que la grasa llena, es muy probable que comas más papas horneadas y rebases lo que consumías con las tradicionales.

4.- Barras energéticas

El marketing atlético de estas barras suele inspirarles confianza a los entusiastas del gimnasio, pero eso no quita la atención que se le debe poner a los empaques. Algunas de éstas pueden tener más de 350 calorías, lo cual esencialmente las convierte en dulces con proteína extra. No todas llegan a estos niveles, pero ojo con las que cargan niveles altos de azúcar o grasa saturada.

5.- Soda de dieta

Uno de los máximos exponentes de la sociedad contemporánea, los refrescos de dieta catalogan como un hábito sumamente riesgoso en el régimen alimenticio. El hecho de que no tengan calorías es precisamente lo que detona un proceso más costoso reflejado en el metabolismo. Éste consiste en una desregulación del cuerpo en cuanto al control del hambre y apetito, lo cual condiciona al cerebro para aumentar los antojos dulces (al punto en que el sabor de las frutas ya no satisfaga esa necesidad de azúcar).