FILIPINAS.- Filipinas junto el Vaticano, son los únicos que no han legalizado el divorcio, por lo cual, los cónyuges de matrimonios fallidos continúan casadas o solicitan una anulación, trámite que es muy largo además de costoso y que no todos tienen el dinero para realizarlo.

El presidente de la organización eclesiástica, Socrates Villegas, puntualizó: "El matrimonio es y debería ser un esfuerzo continuo. Si facilitamos el divorcio es menos probable que una pareja intente superar sus diferencias (...) porque va a existir una salida fácil a sus incompatibilidades".

A pesar de los intentos por parte del Partido Gabriel, en legalizar el matrimonio en un proyecto que presentó en el 2010 ante el Congreso, la Conferencia Episcopal de Filipinas ha ejercido las suficientes presiones para impedir que dicho proyecto salga adelante.

Aunque, ante el reciente progreso en la Cámara de Representantes en Filipinas de una ley que reconocería el divorcio entre un ciudadano extranjero y un filipino concedido en otro país sin necesidad de un proceso judicial y que permita volver a casarse, ha generado polémica.

"Esto es obra del demonio.(..) Este tipo de leyes van en contra de Dios y son inmorales" mencionó el arzobispo de Lipa, Ramon Arguelles.

Cada vez va en aumento las solicitudes de anulación de matrimonio, según indican datos proporcionados por Luzviminda Ilagan, representante del Partido de Mujeres Gabriela, siendo que en el 2001 fueron 4.520, mientras que en 2011 se sobrepasaron los 10.500

El proceso de anulación no solamente es tardado, sino también muy caro, por lo cual solo las personas que cuentan de una buena economía se lo pueden permitir, el tramite puede tardar de 3 a 4 años, mientras que el costo está en entre 280,000 y 500,000 pesos (de 6,000 a 10,700 dólares).

Vía Terra

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