SWINDON, GB.- Jade Hatt se salvó de ir a prisión con la condición de que no quebrante su periodo de libertad condicional. Lo escandaloso detrás de esto es que ésta fue la sentencia ligera que obtuvo la inglesa tras haber tenido sexo con el niño que le pagaban por cuidar.

La fiscal Hannah Squire declaró que la acusada se desvistió, le quitó la ropa al menor y —en palabras del afectado— "rebotó en sus partes privadas". El encuentro duró alrededor de 45 segundos, ella le dijo que le gustó pero él dijo que no "porque estaba mal."

El padre —quien tenía una relación amistosa y brevemente sexual con la niñera— notó un chupete en el cuello de su hijo y descubrió mensajes comprometedores que revelaron el suceso, por lo que llamó a la policía.

Hatt fue arrestada y se declaró culpable de haber realizado actividades sexuales con un niño. Sin embargo, el padre declaró que su hijo no fue afectado por el acto porque "está loco por el sexo" y que lo ve como "una marca en su cinturón".

El juez declaró que después de leer todo lo que tenía al frente "me queda claro que él es un joven de 11 años maduro y tú eres una mujer de 20 años inmadura, lo cual reduce la brecha de edad aritmética entre ustedes dos".

Hatt recibió seis meses de libertad condicional, un registro de siete años como agresora sexual y una prevención de dos años que le impide tener contacto no supervisado con menores.

Un vocero de la NSPCC comentó a The Guardian que "Los comentarios del juez en este caso mandan un mensaje completamente erróneo y sustentan la postura común en nuestra sociedad de que el abuso de un niño por una mujer es de alguna forma menos serio que el abuso de una niña por un hombre."

Con información de The Guardian y Swindon Advertiser

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