Washington.- Una decena de personas protestaron hoy frente a la Casa Blanca por la visita oficial del presidente de México, Felipe Calderón, y pidieron al mandatario estadounidense, Barack Obama, que no sea "cómplice de un asesino".

Los manifestantes, miembros de la asociación Mexicanos sin Fronteras, denunciaron a las puertas de la mansión presidencial "la masacre" que, a su juicio, está produciendo la guerra contra el narcotráfico emprendida por la Administración de Calderón en 2006.

Al grito de "Calderón, quítate la máscara" y "No más sangre", los manifestantes protestaron contra el encuentro que hoy mantuvo el presidente mexicano con Obama.

"Esta reunión sólo va a servir para que decidan qué armas pueden llegar a México y qué drogas pueden pasar la frontera hacia Estados Unidos", dijo a Efe Arnoldo Borja, que ejercía de portavoz en la protesta.

Con un par de tambores y varios carteles, los contrarios a Calderón lograron hacerse oír en la que fue una mañana concurrida a las puertas de la Casa Blanca, donde también se manifestaba un ruidoso grupo anti-Islam.

Para Borja y sus compañeros, el mandatario mexicano debería comparecer "ante una corte criminal porque por su culpa familias enteras están cayendo con las balas del vecino del norte".

"Los muertos son tan cotidianos que parece que tenemos que acostumbrarnos, pero no podemos hacerlo. No podemos quedarnos mudos ni ciegos ante esta masacre, el pueblo tiene que hacer que renuncie este asesino", esgrimió Borja.

Los manifestantes también tuvieron reproches para Obama, a quien exigieron que no sea "cómplice" de Calderón, y que "controle las armas que vende a México.

Desde 2006 han muerto en México más de 30.000 personas -unas 10.000 en 2010- en hechos atribuidos a la violencia desatada por los carteles de la droga y del combate de las fuerzas federales a la delincuencia organizada.