El clima en Navidad era frío, gris y lluvioso, pero dentro del café para gatos, la tarde era cálida, seca y había muchos gatos siendo apapachados. Fue un buen día para ser un gato en el Cat Cafe de San Diego. Bueno, en realidad todos los días es un buen día para ser un gato en el Cat Cafe de San Diego y también es un buen lugar para ser humano.

Cuando abrió en enero, había gente haciendo fila afuera del único café para gatos del sur de California, un lugar donde ofrecen el privilegio de degustar de un buen café local mientras se disfruta de la compañía de un gato que puede ser adoptado si quieres. Desde entonces el dueño, Tony Wang y su pequeño negocio ha sobrevivido el año siendo un ejemplo a seguir de un negocio estable que vende café y a la vez ofrecen amor gatuno.

El Cat Cafe de San Diego, ubicado en 472 Third Ave., en el centro de San Diego, está trabajando en colaboración con la San Diego Humane Society, la cual le proporciona a Wang con gatos y toda la comida y provisiones necesarias para que los gatos estén feliz. El dinero generado por las adopciones son enviadas a la Humane Society.

A diferencia de otros cafés para gatos, el café de Wang no cobra entrada, pero sí pide a sus visitantes comprar alguna bebida o comida de origen local (el café viene de Cafe Virtuoso y West Coast Coffee Roaster), antes de pasar al otro lado del local, donde se encuentran los gatos. Una vez adentro, puedes acariciar a los gatos, jugar con ellos y sólo verlos felizmente durante todo el tiempo que quieras o durante todo el tiempo que los gatos te lo permitan.

Cuando Wang abrió su café para gatos, pensó que no habría tantos aficionados de gatos, pero en vez de eso, se topó con una estampida avivada por los medios y el internet, para la cual él y sus gatos no estaban preparados.

Estableció rápidamente un limite de 20 personas en el cuarto de gatos, colocó pantallas para observar las interacciones entre los gatos y los humanos y puso una lista de reglas de la Humane Society en la entrada.

Y le ha ido muy bien ya que en lo que va del año se han adoptado 110 gatos.

Wang también aprendió la importancia de asociarse con negocios locales, cambiando los panecillos horneados del Costco por la del Bread & Cie y galletas del Cravory.

"El ser dueño de un negocio es estresante, el administrar la nómina y pagar renta es estresante, pero el lado bueno de esto es que paso de 50 a 60 horas a la semana de terapia al estar con estos gatitos, cuando uno de esta bola de pelos consigue dueño, la satisfacción que se siente es algo que el dinero no puede comprar", dijo Wang, quien espera extender el horario del café a más allá de las 3 de la tarde y ser sede de mucho más eventos para el siguiente año.

Vía The San Diego Union-Tribune

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Traducido por: edgar.martinez@sandiegored.com