La instalación reciente de alambre de púas a lo largo de la barda fronteriza desde Imperial Beach hasta San Ysidro ha reducido la cantidad de indocumentados heridos que intentan brincase la barda por más de 70%. La necesidad de que los agentes de la patrulla fronteriza se queden en los hospitales durante la estancia de los inmigrantes heridos también se ha reducido drásticamente.

El alambre de púas, el cual desanima a la gente a brincarse la barda de casi 5 metros de altura, también ha reducido el número de gente tratando de cruzar, así como también el número de agresiones hacia los agentes federales, según Greg Bovino, agente de la patrulla fronteriza encargado de la estación en Imperial Beach.

Nadie se opuso a la instalación del alambre, la cual se hizo en territorio federal.

Entre el 1ero de octubre del 2014 al 1ero de enero del 2015, 28 personas que entraron de forma ilegal a EEUU por ese tramo de la barda, sufrieron lesiones traumáticas al brincarse el cerco. Un año después, entre el 1ero de octubre del 2015 al 1ero de enero del 2016, sólo 8 personas salieron heridas al intentar cruzar y fueron llevadas al hospital, según estadísticas de la patrulla fronteriza.

Heridas que van desde una pierna y tobillos rotos hasta lesiones traumáticas en la cabeza. Heridas donde en más de una ocasión requieren de múltiples cirugías para reconstruir cuerpos destrozados.

Esta reducción del 71% en lesiones son importantes no sólo en materia de miseria humana, sino que también para la patrulla fronteriza y para los contribuyentes de EEUU, ya que cuando un indocumentado hospitalizado está bajo custodia, el departamento de la patrulla fronteriza tiene que mantener a dos agentes federales en el hospital todo el día y noche hasta que doctor de de alta al paciente. Lo cual equivale a por lo menos seis agentes federales por día de hospitalización. Todos los gastos médicos son pagados por los contribuyentes.

Otro efecto inmediato que tuvo esta instalación, aparte de la reducción de personas indocumentadas intentando cruzar la frontera, fue que empujó a personas potenciales a cruzar y a redes de contrabandistas profesionales a cruzarse por zonas donde hay tierra plana, cerca de los centros comerciales, las cuales son áreas donde son más fácil de detectar los cruces ilegales, resultando en un mayor número de detenidos en esas áreas y reduciendo considerablemente el cruce ilegal en las montañas y valles.

Vía San Diego Reader

Más noticias en SanDiegoRed.com

Sigue a San Diego Red en Facebook y Twitter.

edgar.martinez@sandiegored.com