VARSOVIA. A pesar de la estrecha relación entre la iglesia católica y Polonia, la ley por la cual el gobierno pretende prohibir el aborto de forma total, encuentra de pie a miles de mujeres en defensa de su cuerpo.

La iniciativa de ley promovida por la iglesia católica este domingo durante las misas de numerosas iglesias de todo Polonia fue redactada por el

grupo conservador Ordo Iuris, quienes también buscan prohibir los matrimonios del mismo sexo.

Además de contar con el visto bueno de la Confederación del Episcopado de Polonia y del líder del partido Ley y Orden (PiS por sus siglas en polaco) Jaroslaw Kaczynski, este lunes fue apoyada públicamente por la primer ministra de Polonia, Beata Szydlo asegurando que numerosos militantes de su partido también respaldan la iniciativa.

La acción legislativa de la regulación 1993 busca que el aborto sea ilegal aún en casos de violación, peligro de muerte o de fetos con enfermedades críticas o malformaciones, es decir, como símil de la prohibición del catolicismo que aboga por la vida desde la concepción.

Por su parte, el PiS planea terminar con el financiamiento estatal de la fertilización in vitro y rehabilitar la prescripción obligatoria para la píldora anticonceptiva de emergencia, aumentando el control de su consumo.

Manifestación en el Parlamento de Varsovia

La declaración de la primer ministra provocó que miles de personas se manifestaran afuera del Parlamento de Varsovia este lunes. Miles de ganchos metálicos de ropa, comúnmente usados como herramientas para la interrupción del embarazo por decenas de miles de mujeres cada año, fueron utilizados como símbolo de protesta.

El mítin fue organizado por el partido de izquierda que recientemente llegó al poder Jazem, anarquistas y el Comité Liberal para la Defensa de la Democracia, quienes consideran que la iniciativa es un pago de cuentas por el apoyo que la iglesia católica dio en las elecciones al PiS, favorecido con mayoría en el parlamento.

Entrevistada por The Independent, Marta Nowak, del partido de izquierda "Juntos" dijo que le preocupaban especialmente las mujeres de escasos recursos que no podrían salir del país si llegasen a requerir un aborto. Consideró también que los abortos clandestinos podrían generalizarse aún más.

Aseguró que tenía amigos que habían considerado tener hijos este año pero que se retractaron luego de que comenzaran las propuestas para prohibir el aborto de forma total.

"No había imaginado que nuestro país pudiera hacerse medieval en pleno siglo XXI, pero parece parece estar sucediendo y eso me asusta".

Marta dijo a The Guardian que incluso las leyes en Irán eran más liberales que la propuesta católica.

Una mujer que pidió no ser identificada, comentó junto a Marta que existe un mercado dentro de la religión católica que consume medicamentos para interrumpir los embarazos. En ocasiones es vendido como medicina para el hígado, que tomada en grandes dosis puede dar muerte a los fetos.

"Polonia será un país cuyos representantes estarían dispuestos a sentarse a tomar el té con el gobierno de El Salvador", compartiendo "los mismos derechos en aborto", declaró otra mujer de forma anónima a The Independent, añadió que la iniciativa para 1993 era un retorno al medioevo.

Kasia, quien fue a la protesta con su hijo de 5 años mostró un punto de vista nodal: "Personalmente estoy en contra del aborto pero cualquier mujer que lo necesite debería tener acceso a un procedimiento, sin necesidad de gastar una fortuna para hacerlo en el sótano", dijo a Vice.

Con información de The GuardianThe Independenty Vice

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