Irak se encuentra viviendo una de las peores crisis políticas desde la caída de Saddam Hussein. Este sábado manifestantes tomaron las instalaciones del parlamento, dejando daños y destrucción. Ante esto, el primer ministro del país, Haider al Abadi, ha decidido tomar medidas en contra de los responsables.

Las protestas que se habían prolongado desde hace días y que provocaron que el gobierno se declarara en estado de emergencia, reclaman la corrupción que se está viviendo en la nación, factor al que han nombrado una parálisis gubernamental.

Este sábado miles de manifestantes decidieron irrumpir en los edificios de gobierno y embajadas, en donde se tomaron fotos en los asientos de los diputados mientras el personal de las Naciones Unidas y de las embajadas se encerró dentro de las oficinas hasta que la situación se calmó.

Algunos manifestantes acamparon fuera de la sala legislativa, de acuerdo a información de la BBC, todavía se encontraban varios hasta hoy.

Al mismo tiempo que Al Abadi aseguró que se arrestarían a las personas involucradas en la destrucción y toma de las instalaciones gubernamentales, varios periodistas destacan que se ha desviado la atención de este incidente hacia el último ataque del Estado Islámico.

Vía BBC

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miranda.garcia@sandiegored.com