ALBERTA. Desde la noche del pasado domingo, Fort McMurray se ha convertido en una ciudad fantasma, cuando comenzaron los incendios en los bosques boreales, mismos que forzaron la evacuación de sus 100 mil habitantes. La primera ministra de Alberta, Rachel Notley dijo hoy a prensa que el incendio estaba lejos de estar bajo control.

Residentes huyen de los incendios en Alberta

Según registros oficiales, el desastre tomó la vida de dos jóvenes en autopista, después de que su vehículo se estrellara contra un camión de pasajeros; una de las víctimas era hija de un bombero que trabajaba en esos momentos.

El Ministro de Seguridad Pública, Ralph Goodale dio a conocer que el fuego incrementó la mitad de su alcance el día de ayer, con 156 mil hectáreas de bosques en llamas. Las condiciones atmosféricas de sequía, prevalecientes desde hace dos meses disminuyen las posibilidades de que los centenares de bomberos terminen con el siniestro. "Necesitamos una lluvia fuerte", aseguró Goodale. Incluso estimó que el número de hectáreas bajo las llamas podría ser duplicado.

El viento cambió su dirección este sábado, alejándose de poblados pero se encuentra cada vez más cerca de las instalaciones de una empresa de extracción de crudo, cuyos 4 mil 800 empleados fueron evacuados desde ayer, a través de aviones de carga.

La producción petrolera de Alberta es una de las cuatro principales de Canadá, país que a nivel internacional se encuentra entre las más importantes. La provincia ha reportado pérdidas de al menos 10 millones de dólares al día.

Con información de AFP y Sin Embargo

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