Tijuana es una ciudad llena de formas, colores y lugares que a veces pueden verse como de otro mundo, algo así como que no encajan pero al mismo tiempo, son parte esencial de lo que vivir en esta ciudad significa.

Por el cerro Altamira se encuentra una escalera que se eleva a más de 72 metros de la ciudad, ofreciendo una vista increíble de todo Tijuana. Por lo general, la gente usa estas escaleras para llegar a la cima y son altamente transitadas, por ende, se encuentran en un muy mal estado.

Es aquí donde entra el personaje de esta historia, Aarón Gutiérrez, quien decidió ver más allá de la decadencia y, en vez de encontrar una escalinata en mal estado, la tomó como una oportunidad.

Aarón tiene su estudio llamado Amorphica cerca de esta escalinata, por lo cual decidió hacerle varios cambios. Dicha parte del Cerro Altamira da directamente a la Casa de la Cultura y muchas otras escuelas, por lo tanto es importante mantenerla "caminable."

Vista desde la cima del Cerro Altamira. En el fondo se aprecia a Estados Unidos. (Carolina A. Miranda/Los Angeles Times)

La meta de este arquitecto es empezar a mejorar el aspecto de la ciudad espacio por espacio, no importa lo pequeño que sea. Entre sus proyectos se encuentran una restructuración de un camellón y la mejora de un edificio "brutalista" con cambios a una escalera pública por medio de un buen diseño y un poco de ingeniería.

"Estas son pequeñas intervenciones urbanas que pueden transformar la calidad de vida de la ciudad, cuando vimos la vieja escalinata de Altamira, muchas partes estaban muy empinadas y las mujeres de tercera edad apenas podían subirlas," menciona Aarón.

En Estados Unidos los proyectos de este nivel requieren mucho papeleo con varias propuestas para cambiar un espacio público, cargando toda la responsabilidad al gobierno, pero en Tijuana, estos cambios son manejados casi completamente por los arquitectos.

"Vamos, vemos un espacio, tomamos fotos y hacemos el fotomontaje de cómo se miraría terminado, lo publicamos y esperamos la respuesta de la comunidad para conseguir dinero."

El trabajo de Amorphica en la escalinata a mejorado el tránsito peatonal. (Carolina A. Miranda/ Los Angeles Times)

Aarón Gutiérrez explorando la vieja zona de las escaleras de la calle Segunda en 2014. (Amorphica)

Pero bueno, no todo recae en Aarón, puesto que otros colegas, tales como René Peralta, quien ha propuesto una granja solar a mitad del río de Tijuana que genere energía verde localmente, piensa contribuir sobremanera a la comunidad.

La ayuda por parte del municipio para este tipo de ideas puede ser muy escasa, "aquí, tú construyes tu propio camino", comenta Aarón Gutiérrez.

Entre los cambios que se le han hecho a la escalinata de Altamira por parte de Amorphica, están el reacomodamiento de ángulos de algunos pasillos para nivelar los escalones y la excavación de un pequeño canal de drenaje; también acondicionó una terraza para disfrutar de la vista y hacer reuniones.

El precio total de dicha remodelación fue aproximadamente de un millón de pesos, una pequeña inversión que ha hecho una gran diferencia en los planos de proyectos urbanos.

Gutiérrez dice "cuando ves orden, especialmente en un lugar que solía ser tratado como basurero, se crea una visión de seguridad."

Uno de los jardines plantados por Cristián Rivera. (Carolina A. Miranda/ Los Angeles Times)

Gracias a su trabajo, las personas se sienten inspiradas a contribuir con estos cambios, por ejemplo, Cristián Rivera vive en una pequeña casa de madera cercana a estas escaleras y decidió plantar un jardín colorido con rocas y mosaicos.

"He vivido aquí durante 30 años y siento que este es mi espacio; me gusta cuando la gente viene a tomarse fotos y a sentarse por aquí", comenta Cristián.

Los trámites son difíciles pero no imposibles, toma mucho tiempo pero al final vale mucho la pena.

Aarón Gutiérrez con sus colegas Carlos Solórzano y Gabriel Alejos en las oficinas de Amorphica en Tijuana. (Allen J. Schaben/ Los Angeles Times

Otro de los objetivos de Aarón es construir o remodelar otras estructuras con ladrillo de material nuevo o reciclado, así como diseñar casas que puedan ser hechas con tierra prensada.

Actualmente, Gutiérrez está estudiando la manera en la que puede mejorar ciertas fachadas de algunos edificios de Tijuana, las cuales se pueden transformar con simples trabajos, así como buscar la forma de construir una escuela completamente funcional en una colonia de bajos recursos.

Estos proyectos ya tienen bases, pero espera que con sus ideas pueda ser capaz de proveer una guía hacia la Tijuana del futuro.

Un ladrillo experimental hecho de materiales impermeables en Amorphica. (Allen J. Schaben/ Los Angeles Times).

Via Los Angeles Times

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Traducido por: cristina.mora@sandiegored.com