De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México la población mayor a los 60 años supera los 10 millones de habitantes, cifra equivalente a poco más del nueve por ciento de los mexicanos.
Verónica Montes de Oca del Instituto de Investigaciones Sociales, y Marissa Vivaldo Martínez, académica de la Facultad de Estudios Superiores de la UNAM, indicaron que el principal recurso económico del que dispone este sector es el apoyo familiar o de la comunidad, solamente el 25% es beneficiario de una jubilación o pensión económica.
Las investigadores señalaron que un porcentaje importante de los más de 10 millones de personas mayores que viven en el país sigue trabajando "hasta que el cuerpo aguante", debido a que las pensiones o transferencias institucionales que reciben mensualmente son muy bajas.
A pesar de su edad o de haberse jubilado, una gran parte continúa en actividades económicas no formales o en el subempleo.
Las expertas resaltaron que si bien existe más conciencia sobre el maltrato hacia las personas mayores, no se puede dejar de pensar que hay ciertas condiciones estructurales en el país, como pobreza, desempleo y falta de cobertura universal de salud, que hacen que un 20% de la población adulta sea dependiente de sus familiares.
Una de las posibles soluciones a esta problemática indicaron que podría ser el replantear el sistema de pensiones, así como el estimular a las familias y comunidades para establecer un mecanismo de inclusión y participación directa de este sector en la toma de decisiones.
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