San Diego

Estados Unidos reanudará deportaciones de haitianos ante ola de refugiados nuevos

"Estaremos tratando haitianos inadmisibles como lo hacemos con los de otros países," comunicó uno de los oficiales.

La administración de Obama se está preparando para reanudar la expulsión rutinaria de haitianos indocumentados después de más de seis años de haber suspendido las deportaciones desde el devastador terremoto en el Caribe de enero del 2010.

El anuncio, esperado de parte de Jeh Johnson, Secretario de Seguridad de Homeland Security, tendrá efecto inmediato en cuanto al proceso de los haitianos cuando llegan a la frontera de San Ysidro y otros puertos de entrada, sin sus documentos.

Oficiales del DHS confirmaron este miércoles la nueva política y afirmaron que sería válida a partir de hoy mismo. Los haitianos que ahora se presenten en la frontera de Estados Unidos pueden tener por seguro ser detenidos y procesados bajo la ley provisional de migración conocida como "deportación expedita", la cual permite sus deportaciones sin necesidad de pasar por un juicio de migración – con excepciones para aquellos que demuestran miedo de regresar a su país de origen.

"Estaremos tratando haitianos inadmisibles como lo hacemos con los de otros países," comunicó uno de los oficiales. Desde el 2014 la política de deportación ha tenido prioridad ante delincuentes condenados, aquellos con "delitos múltiples o significativos" y aquellos detenidos sin documentos de entrada cerca de la frontera o en puertos de entrada al intentar ingresar a los Estados Unidos.

Los planes de reanudar las deportaciones a Haití llegaron cuando la DHS de reportó el miércoles que puede haber aún millones de haitianos más en América Central y México en camino a la frontera con la esperanza de conseguir la entrada a Estados Unidos.

La mayoría de los haitianos que han llegado a la frontera de San Ysidro los últimos meses han sido liberados y dados una notificación para ir ante un juzgado de migración – sin embargo, ese ya no será el caso, aseguraron los oficiales de la DHS.

Inmigración y Aduanas detuvo las deportaciones a Haití seguido del terremoto de enero del 2010, el cual tuvo de epicentro Port-Au-Prince. Éstas ser resumieron en abril del 2011, primeramente con criminales o aquellos que significaban una amenaza a la seguridad. La nueva política significa que cualquiera con una orden de deportación final ahora será sujeto de deportación.

"Creemos que la reanudación de las operaciones de expulsión regulares está garantizada ahora debido a la mejora de las condiciones del país desde el terremoto," comentó un oficial. De acuerdo al mismo, la reanudación también es "respuesta al significante incremento de haitianos que hemos visto intentar ingresar a los Estados Unidos por la frontera suroeste, particularmente por el puerto de entrada de San Ysidro."

La nueva política de deportación no cambiará el Estatus de Protección Temporal conferido por el gobierno seguido al terremoto del 2010, el cual les permite a los haitianos en el programa permanecer en los Estados Unidos hasta Julio 22 del 2017.

Las llegadas más recientes que han cruzado hacia California en los meses más recientes bajo la política previa permanecerán bajo libertad condicional mientras sus casos proceden en juzgados de migración. La diferencia bajo la nueva política será que ahora son sujetos de deportación a Haití, a pesar de que antes no podían ser deportados inclusive si sus casos legales no prevalecían.

Hasta la fecha, más de 5,000 haitianos sin visa han sido procesados por oficiales de Protección Aduanal en la oficina local de San Diego, principalmente en San Ysidro, comparado con los 339 del año pasado.

Los grupos de ayuda a migrantes están cada vez más abrumados por la llegada de haitianos, un grupo raramente visto antes en la ciudad hasta que grandes cantidades comenzaron a llegar al puerto de entrada de San Ysidro a finales de mayo. La gran mayoría han viajado por tierra desde Brasil, lugar al que habían ido a trabajar después del terremoto, pero se enfrentaron cada vez a más dificultades debido al estado de recesión económica del país.

"El problema es que aproximadamente cada 10 días hay ralentización por 2 o 3 días, y entonces comienzan a llegar de nuevo," dijo el Padre Pat Murphy, director de la Casa del Migrante en Tijuana.

La repentina e inesperada afluencia de haitianos también ha creado retos para San Diego, donde cientos han recibido asilo temporal en la Iglesia Metódica en Normal Heights. La mayoría se ha estado preparando para ir a Miami y Nueva York, donde se encuentran establecidas varias comunidades haitianas.

La iglesia cuenta con capacidad de asilo para 24 personas, pero ha estado acomodando alrededor de 200 personas por noche desde que los haitianos comenzaron a llegar en mayo, comenta Andrea Guerrero, directora ejecutiva de la Alianza de San Diego, la cual ha estado ayudando a la iglesia como parte del Consorcio de Derechos de Migrantes de San Diego.

Para aligerar la presión, la Guardia Nacional abrió dos instalaciones más el lunes, desafortunadamente el espacio estará disponible únicamente por dos semanas.

"No lo llamaría crisis. Si la comunidad y la iglesia no se hubieran involucrado, entonces estaríamos en crisis," dijo Guerrero. "Pero sí necesitamos ayuda. "

No era claro qué tan pronto comenzarían las deportaciones, aunque uno de los oficiales de DHS dijo que al momento había alrededor de 2,000 haitianos sujetos a deportación. "Haití no siempre otorga documentos para viajar tan rápido como quisiéramos," comentó. "Tenemos esperanzas de que respetarán su obligación nacional y otorgarán los documentos a las personas que… no son sujetos a órdenes de expulsión final."

Bajo las nuevas políticas de DHS, aquellos que expresen temor de regresar a Haití serían evaluados por un oficial de asilo de Estados Unidos, quien determinará si su caso continúa a un juzgado de inmigración.

Rumores del cambio de la política volaron la tarde del miércoles entre miembros de la comunidad de abogacía de migración. "Es sorprendente y un poco confuso," dijo Ginger Jacobs, abogado de migración y presidente del Consorcio de Derechos de Migrantes de San Diego. "Si esto pasa, da señal a un cambio bastante dramático en la política."

Jacobs comenta que a aquellos que han estado llegando se les ha otorgado un documento que les permite permanecer en el país por hasta 3 años bajo condición humanitaria en lo que su caso se resuelve en una corte.

Una de las personas que sería sujeto a la nueva política es Terancius Ivra, nativo de Port-au-Prince de 51 años de edad, quién había ido a trabajar a Brasil en el 2012. Pero la recesión económica significó que sus ganancias, alrededor de $400, fueron recortadas a la mitad, así que ya no podía pagar la renta, comida y dinero para su familia en Haití. "Era imposible," se lamentó cuando fue entrevistado en Tijuana la noche del martes 5 de octubre en la frontera de San Ysidro.

El miércoles en la Iglesia Metodista Unida, Stheker Resigma, de 29 años dijo que llegó a San Diego el 1ero de septiembre con su esposa y dos hijos, de 10 meses y 2 años.

Dijo en portugués, por medio de un traductor que dejó Haití por Brasil en el 2010. Cuando el mercado de trabajo se secó, él y su familiar decidieron tomar un paseo de 4 meses a los Estados Unidos, la mayor parte de éste a pie. Les robaron comida y dinero en el camino, comentó.

Su meta era llegar hasta Miami, pero un amigo de ellos que les iba a pagar el viaje desde San Diego le dijo que se había quedado sin dinero. Resigma dice que por ahora está buscando trabajo de construcción para hacer camino a su familia y quedarse en San Diego.

Cuando se le preguntó si espera regresar a Haití, dijo, "eso es muy difícil. No hay manera alguna de alimentar a mi familia en Haití."

*Nota originalmente publicada en el San Diego Union-Tribune.

Traducción: Azelia Mejía

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