San Diego

Reconocen a policía transgénero tras ser recibida con aceptación

"Mi historia es diferente. Tuve tanto apoyo que no puedo terminar de remarcar lo importante que es y lo que significa."

Cuando Christine García, quien fue nombrada Christopher al nacer, decidió "salir del closet" como mujer, fue un poco agridulce. Se sintió feliz de al fin poder ser quien quería ser, pero estaba segura de que su carrera como policía en San Diego se terminaría.

Pensó que las mujeres transgénero no podían ser policías.

Pero la dedicación que tiene hacia su profesión le dio la fuerza para revelarse ante sus compañeros. Su respuesta fue lo que la sorprendió: aceptación total.

El sábado, a más de un año después de su transición, García fue premiada por hacer su historia pública y empoderar a la comunidad LGBTQ – especialmente a su juventud.

"Quiero demostrarles que… puedes ser lo que quieras ser," dijo García, quien es la única oficial transgénero de San Diego. "Soy la prueba viviente de ello."

Transgénero es un término general para aquellas personas a las cuales su identidad de género no coincide con el género que les fue asignado al nacer.

El premio de García fue presentado por los Embajadores de San Diego de The Trevor Project, una organización nacional que provee intervención de crisis y servicios preventivos de suicidios para los jóvenes de la comunidad LGBTQ.

Josh Coyne, el co-presidente del grupo en San Diego, dice García, ha sido voluntario dedicado, siempre dispuesto a pasar por algún evento atender alguna llamada nocturna de emergencia.

"Su historia realmente demuestra el poder de la aceptación y el apoyo," él dijo.

García siempre supo que era diferente. Cuando era una niña prefería la vestimenta femenina. Continuó vistiéndose hasta que se convirtió en adulto, seguido pasando sus días de descanso en ropa de mujer, con peluca y maquillaje. Era como ella se sentía cómoda.

Durante años, el salir del closet como mujer le pareció imposible, ella comentó. Así que intentó representar lo que era para los demás con un comportamiento de típico hombre heterosexual. Se casó con una mujer, tuvo dos hijos y se convirtió en policía.

"A los 31 años de edad, me di cuenta de todo," ella dijo. "Ya no podía seguir viviendo de esa manera. Era o dejar todo lo que conocía, renunciar a mi trabajo y convertirme en quien sabía que necesitaba convertirme, o ser infeliz."

Ella buscó terapia para que le ayudara a dejar de vestirse como mujer. El resultado acabó en todo lo contrario.

"Estaba muy apenada de quien era," ella dijo. "La terapia en realidad me ayudó a aceptar quien era, amar quien era, y no apenarme de ello."

Ella le comentó a su esposa, quien le apoyó y apoya aun completamente, y a sus amigos. Eventualmente García se hizo a la idea de dejar su trabajo, a pesar de que lo amaba y era buena en ello.

"No conocía a ningún otro oficial transgénero," ella comentó. "Supuse que no se podía ser un policía siendo transgénero."

Comenzó una investigación, con la cual descubrió la Comunidad Transgénero de Policías y Sheriffs Internacional (TCOPS). Es una organización de apoyo entre colegas, así como educación y abogacía para oficiales transgénero o de género dudoso.

Julie Callahan, la presidente del grupo, dijo que hay un estimado de más de 3,000 oficiales transgénero, tanto retirados como en servicio, a nivel mundial.

"Logré ver que no era la única," dijo García. "Hay otros, justo como yo, que lo han hecho. Que han hecho la transición mientras están activos en la fuerza policiaca, y decidí que tenía que intentarlo."

Ella se movió cuidadosamente al principio, le contó a un amigo cercano, quien también era parte del departamento de vinculación LGBT, y miembro de la comunidad. El sargento Daniel Meyer dijo que nunca le había tocado que un oficial que se identificaba a sí mismo como transgénero se le acercara para abordar el tema, por lo que no estuvo seguro de cómo se vería el futuro para él.

"Lo único que sabía era que quería asegurarme de que Christine estuviera siendo cuidada, y tener por seguro que su ambiente de trabajo fuera seguro, y que fuera feliz," él dijo. "No tenía ningún plan, pero creamos uno juntos."

Ambos hablaron con el oficial en jefe Shelley Zimmerman y el departamento de recursos humanos de la ciudad. Todos la estaban apoyando, pero esto no hizo el siguiente paso menos difícil – salir como transgénero ante sus compañeros.

"Pensé, tal vez pierda el respeto del 50% del departamento," ella dijo. "Pero soy un buen policía. Esperaba que si podía demostrarles que aún soy un buen policía, que sólo mi apariencia cambiaría, que podía cambiar su percepción de mí."

Foto: John Gibbons

Decidió hacer la transición públicamente. No quería un trabajo de escritorio. Quería estar en el campo, con uniforme, con los oficiales con los que amaba trabajar.

Cuando llegó el día, ella recibió nada más que aceptación. Estuvo disponible a los policías que tuvieran alguna pregunta, inclusive las personales, con la esperanza de que les ayudaría a entender lo que significa ser transgénero.

Su transición no ha significado ningún problema. Ha tenido encuentros difíciles con los miembros de la comunidad. A pesar de esto, ella dice que ha sido un recorrido asombroso.

"Y la mejor parte es que puedo ir a trabajar como oficial, algo que siempre he adorado ser, y ser quien soy. Realmente ser quien soy," ella dijo.

García, native de San Diego, es un inspector de tráfico, un trabajo al que ella describe como una de las mejores asignaciones del departamento. Ella pasa la mayor parte de su tiempo libre con su esposa y sus hijos.

Su esposa ha sido amorosa y tolerante, dijo García. "Cuando ambas personas en una relación son felices, se procrea más felicidad. Y ambas somos felices."

Cuando no está con su familia, está trabajando para hacer mejor a la comunidad, especialmente para sus hermanos en la LGBTQ.

Las encuestas demuestran el aproximadamente el 5 por ciento de la población estadounidense ha intentado suicidarse al menos una vez. Eso aumenta entre 10 y 20 por ciento para lesbianas, homosexuales y bisexuales. Para los miembros de la comunidad transgénero se aumenta preocupantemente al 41 por ciento.

"Cuando vemos las historias de estos jóvenes que cometen suicidio, muchos de ellos no vienen de lugares solidarios y de ayuda," dijo García. "Mi historia es diferente. Tuve tanto apoyo que no puedo terminar de remarcar lo importante que es y lo que significa."

Callahan, president de TCOPS, estuvo de acuerdo con que la historia de García es atípica, especialmente para miembros de las fuerzas policiales. Hacer la transición en este trabajo es más fácil de lo que lo era hace 15 años, pero muchos empleados transgénero aún no son completamente aceptados por sus compañeros.

"Creemos que se ha progresado y que se sigue necesitando," ella comentó. "Hay mucho trabajo por hacer."

Traducción: Azelia Mejía

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