La imagen parece ser cada vez más común. Diariamente usuarios del nuevo cruce peatonal PedWest ven a su paso a familias enteras; niños, mujeres, hombres, adultos mayores, todos ellos de distintas nacionalidades, predominando compatriotas de otros Estados de la República Mexicana.

Y es que a un costado al acceso a la nueva garita, debajo del puente circular, decenas de personas se refugian del intenso calor de los últimos días, acostados, unos encima de otros, algunos entre las piedras, mientras que otros más, aguantando los rayos del sol con tal de estar al pendiente de sus pertenencias.

Esta imagen es cada vez más frecuente de observar al paso por el cruce PedWest.

Muchos de ellos han llegado a instalarse al lugar, llevan días allí, relatan algunos, todo con el afán de ser los primeros en ser atendidos por el gobierno de los Estados Unidos, todos ellos buscando ser considerados para obtener el anhelado asilo político.

Muchas de estas familias, la mayoría, vienen de estados como Michoacán, huyendo de la violencia que ha ocasionado que sus vidas no estén seguras, mientras que los extranjeros han realizado largos trayectos con la esperanza de reunirse con algunos familiares del otro lado del muro.

Familias enteras se refugian debajo del puente ante los intensos rayos del sol presentes en los últimos días en la ciudad.

Esta escena se ha mantenido en los últimos días ya que comentan guardias de seguridad de la zona que anteriormente se les desalojaba de la zona en los horarios que la atención estaba cerrada, pero ahora, con base a una recomendación de la Comisión de los Derechos Humanos, se les ha permitido instalarse, incluso pernoctar.

Y aunque la espera es larga, se les ha tratado de atender a la mayoría, principalmente a los connacionales, dando prioridad a mujeres y niños, dejando a muchas padres de familia esperando para ser atendidos horas más tarde o incluso, otro día.

Para aquellos que no tuvieron suerte en la petición de asilo político, se les inicia el proceso de deportación, saliendo definitivamente por la misma puerta.

A muchos no les importa postrarse encima de las piedras.

En los últimos meses las peticiones han aumentado considerablemente, los migrantes de otros países han visto en las ciudades fronterizas del Estado una oportunidad para acceder a los Estados Unidos, así que dejan todo atrás para emprender viajes de hasta 4 semanas pasando por la frontera sur de país.

Una imagen cada vez más presente para los usuarios de la garita del Chaparral.

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