A nadie nos gusta que nos rompan el corazón, o que simplemente, nos rechacen en el amor. Recibir un no de esa persona a la que queremos puede provocarnos una gran sensación de vacío y tristeza y esto es totalmente normal. ¿Por qué?

El psicólogo Dr. Guy Winch indicó que los comportamientos evolutivos aprendidos sobre la supervivencia son los responsables de esa sensación.

"En nuestro pasado evolutivo, cuando éramos cazadores- recolectores y vivíamos en tribus no podíamos sobrevivir solos, así que desarrollamos esta advertencia de rechazo".

El experto asegura que si experimentamos un rechazo muy doloroso, es más probable que cambiemos nuestro comportamiento, corregirlo y ser menos probable a caer en un estado de ánimo triste.

"Deberíamos saber que cuando estamos heridos no es porque la persona que te rechazó sea tan importante, o que seas una perdedora, nuestro cerebro actúa de forma rara ante esta situación", afirmó el doctor.

La psicóloga Alice Sohn, explicó que "las personas que no están muy diferenciadas pueden ser más sensibles al rechazo, porque están muy involucradas con a gente que las rodea".

Con información de Cosmopolitan Español.

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