Tijuana.- Miles de personas la mayoría vestidas de blanco y con globos del mismo color caminaron junto al Arzobispo Metropolitano Rafael Romo Muñoz en la edición once de la "Marcha unidos por la vida y la paz".
Aunque la Iglesia convocó a toda la comunidad sin importar ideologías o credos, el evento tuvo, como otras veces, un profundo matiz en contra del aborto.
Algunas jóvenes llevaban "panzas de embarazos" artificiales con leyendas como "Déjame vivir" o "Quiero vivir"; otras traían puestas camisetas con la imagen de un corazón que llevaba en el centro un feto y debajo "seamos voz de los que no tienen voz".
El contingente de personas comenzó su caminata poco antes de las 10 de la mañana en el bulevar Agua Caliente, a la altura de donde fue El Toreo de Tijuana, y marchó hacia la unidad deportiva Crea, en la zona Río. Caminaron unas diez cuadras, en ocasiones cantando alabanzas o rezando.
Para Romo Muñoz, el recorrido se hace con un sentido espiritual cristiano sin ninguna posición ideológica, sino como "un canto a la vida porque merece vivirse con grande alegría".
La marcha coincidió con las misas dominicales tradicionales que comienzan a las 9:30 de la mañana, cuyos párrocos no interrumpieron las ceremonias para unirse a la caminata.
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