Michael Hohl y Amber Maxwell son una pareja de Houston, Texas, que viajaban en uno de los aviones de United Airlines con destino a Costa Rica para llevar a cabo su boda cuando vivieron una situación similar a la del médico que fue sacado a rastras hace unos días.

El pasado sábado un oficial injustificadamente les pidió bajar y los acompañó a la salida del avión antes de despegar, afectando su horario de llegada a Costa Rica. Aunque la versión de la aerolínea indica que los pasajeros intentaron sentarse en asientos más caros por los que no habían pagado y no quisieron regresar a los lugares asignados.

La versión de los afectados es distinta, al llegar a los asientos asignados la pareja encontró a una persona dormida en uno de ellos por lo que intentaron cambiarse, personal del avión les sugirió pagar la diferencia para ocupar el área más cara pero se negaron, se cambiaron a unas filas de distancia atrás. "Pensamos que no sería un gran problema, ya que no es que estuviéramos intentando pasarnos a un asiento de primera clase", comentó Hohl.

"Simplemente estábamos en una fila en la sección económica a unas pocas filas de nuestro asiento en la misma sección", finalizó.

Cualquiera de las dos versiones no olvida el hecho de que la aerolínea ya es conocida por bajar a sus pasajeros de la manera más vergonzosa posible.

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