Cerca de 20 familias que habitaban 17 casas de la colonia Miramar, fueron obligadas a desalojar sus viviendas ayer domingo ante el peligro de un posible derrumbe que poco tardó en hacer efecto y colapsar sus hogares.Las grietas en el piso de sus casas comenzaron a extender su tamaño y los residentes optaron por llamar a Protección Civil, cuya intervención evitó que el derrumbe registrara muertes y/o lesionados.Ahora, las familias que perdieron su patrimonio, exigen que la CESPT repare los daños, ya que según sus testimonios, el deslave no habría sucedido si dicha comisión hubiera atendido a tiempo una filtración de agua en sus tuberías que ablandó la tierra..