Es fácil consumir carne y productos de origen animal cuando no somos nosotros quienes matan a las vacas, cerdos, pollos y otros seres que son tratados con crueldad para beneficio humano. Es fácil encerrarlos en jaulas pequeñas, o abandonarlos en espacios cerrados, porque no somos nosotros quienes tienen que vivir en esas condiciones, pero ¿Qué pasaría si fuéramos "obligados" a hacerlo como parte de un experimento? Animal Place, una organización pro-animal, decidió llevar a cabo esta tarea, y solicitar voluntarios para que fueran encerrados en jaulas del mismo modo en que viven un 95% de las gallinas del mundo. Sin espacios para descansar o realizar cualquier otra actividad, esta es uno de los escenarios que orillan a muchos a optar por un estilo de vida vegano o vegetariano en solidaridad con la vida animal.