BOSTON.- Los fichajes de varios jugadores estelares por parte de los Medias Rojas de Boston son vistos dentro del equipo de la Liga Americana como el elemento que necesitaban para volver a estar entre los favoritos en la lucha por el título de la Serie Mundial.
La decisión de darle al jardinero Carl Crawford un contrato por siete años y 142 millones de dólares no fue nada fácil para el dueño de los Medias Rojas, John Henry, porque era algo que nunca había hecho, pero confía que al final sea todo un acierto.
Es el contrato más grande del equipo desde que Henry se hizo cargo de los Medias Rojas antes de la temporada del 2002 y ningún pelotero en la historia del equipo había tenido un salario anual en promedio superior a los 20 millones de dólares.
"Uno siempre tiene reservas en cuanto a asumir estos enormes compromisos a largo plazo. Tenemos el cometido de ganar y era el pelotero necesario para nosotros", declaró Henry el primer día de los campos de entrenamiento.
Además también rompieron la inercia de estar durante años un puesto debajo de los Yanquis de Nueva Yor, el eterno rival, en su deseo y capacidad de ofrecer grandes contratos.
De ahí que el fichaje de Crawford haya permitido a los Medias Rojas reducir la diferencia en gasto entre ambos equipos, que poseen las nóminas más grandes dentro del béisbol profesional.
Pero no sólo llegó Crawford también consiguieron al primera base Adrián González, otro pelotero estelar, al que tendrán que pagar muchos millones de dólares.
Todas estas inversiones millonarias en fichajes no es vista por los Medias Rojas como un cambio en su filosofía sino una cuestión de estrategia y necesidades para completar una plantilla ganadora.
El año pasado, los Medias Rojas concluyeron terceros en la División Este de la Liga Americana con marca de 89-73, seis partidos detrás de los Yanquis, que quedaron en segundo lugar, y sin posibilidades de avanzar a la fase final.