Redacción EE.UU., 18 feb (EFE).- No comenzaron bien los campos de entrenamiento para los Tigres de Detroit después de conocerse el miércoles por la noche el arresto del pelotero venezolano Miguel Cabrera ante la sospecha que conducía bajo los efectos del alcohol.
Sin embargo, el piloto de los Tigres, el veterano Jim Leyland, fue categórico en su posición al declarar que para nada los problemas de los jugadores fuera del campo van a afectar al trabajo del grupo.
"Lo único que nos tiene que preocupar es trabajar al máximo para demostrar en el campo que somos un equipo mejor que la pasada temporada y con aspiraciones a conseguir el título en la División Central de la Liga Americana", comentó Leyland. "No habrá espacio para las distracciones".
"No va a causar trastornos. Créanmelo", declaró Leyland con firmeza. "Soy el que dirige a los jugadores en el terreno. Todo funcionará bien dentro del vestuario. Tenemos grandes posibilidades de armar un gran equipo".
Cabrera, de 27 años, fue arrestado el miércoles bajo sospecha de manejar en estado de ebriedad a unos 175 kilómetros (110 millas) del complejo de los Tigres, en Lakeland (Florida).
El gerente general de los Tigres, Dave Dombrowski, expresó el jueves que no sabía cuándo se presentaría Cabrera. Lanzadores y receptores llevan una semana trabajando, pero el resto del equipo no tiene que presentarse hasta el sábado.
Cabrera ya había tenido en el pasado problemas con la bebida y personales, que forzaron al propio Dombrowski a tener que acudir también en su ayuda.
El venezolano se siente "muy avergonzado" y piensa disculparse ante sus compañeros y la organización de los Tigres el sábado, de acuerdo a varias fuentes del equipo consultadas por la agencia EFE.
Leyland empezó diciendo que no hablaría de Cabrera, pero sí de la mentalidad del equipo. Algunos compañeros del venezolano parecían desconcertados con la noticia, que de alguna manera no beneficia a nadie.
"No va a afectar al equipo en absoluto", aseguró Leyland. "¿Usted piensa que Magglio Ordóñez y los demás van a cambiar su forma de comportarse?".
Tal vez no, pero es su compatriota y uno de los mejores peloteros que tiene el equipo dentro de la plantilla y al que se le quiere como compañero y profesional.
Los Tigres se han reforzado de manera positiva para volver a ser equipo con aspiraciones al título después de la llegada del venezolano Víctor Martínez y el abridor Brad Penny.
Cabrera es vital en la alineación. Bateó de .328 con 38 jonrones el año pasado, en que terminó segundo en la votación para el Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Americana.
"Sé que Cabrera está en la mejor forma física de su vida", expresó Leyland. "Está más fuerte y más rápido que nunca".
Factores que Leyland consideró muy importantes de cara a la competición, que una vez más le ayudará a superar también otros problemas personales.
Nadie pone en duda las aptitudes físicas de Cabrera, pero es sabido que el toletero tuvo problemas de bebida en el pasado. A fines del 2009 la policía dijo que tuvo una pelea con su esposa tras una noche de copas.
Dombrowski tuvo que ir a buscar a Cabrera a la comisaría después del incidente. No se le formularon cargos al pelotero.
"Todos queremos verlo aquí, para poder decirle que lo queremos y para abrazarlo y apoyarlo", declaró el receptor Alex Ávila. "No es fácil sobreponerse a este tipo de cosas. Uno necesita ayuda. Y nosotros queremos ayudarlo".
El tercera base Brandon Inge declaró que quiere "hacer lo que pueda por 'Miggy', como amigo, lo que más le convenga".
Inge reconoció que no es un asunto que tienen que discutir porque es algo personal, pero si estar conscientes de hacer todo lo posible para que Cabrera llegase al equipo con la seguridad que va a recibir un apoyo completo.
"No soy médico. Pero sé que puedo hacer que alguien se sienta bien recibido", subrayó Inge.
