De ser ídolo pasó a hundirse en el alcohol y las drogas. Padeció severa depresión. Tocó fondo y estuvo cerca de matarse. Julio César Chávez cuenta que un intento de suicidio no llegó a su fin porque "la pistola se me trabó".
Confiesa que en un momento crítico de su vida pensó en "quitarme la vida". "Cuando le jalé recuerdo que mi cuñado me la quitó y fue cuando salió el balazo", narra en una conferencia dada para el Rotary International. El boxeador se salvó por muy poco.
Hoy Julio César es comentarista de boxeo. Fue representante de su hijo y lucha por mantenerse lejos de las drogas y cualquier tipo de adicción.
#Box
Vía: Juanfutbol
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