SAN DIEGO.- Por segundo año consecutivo los Chargers se quedaron fuera de los playoffs de la NFL por lo que al final del partido del domingo 1, último de la campaña regular, se espera una limpia completa en el seno de la organización de San Diego.
A pesar de tener contrato hasta el 2015, la salida del entrenador en jefe de la escuadra sandieguina, Norv Turner, es inminente.
El sábado pasado, Los Chargers tuvieron la gran oportunidad de alcanzar a Denver en el liderato de su División, la Oeste de la Conferencia Americana.
Los Broncos cayeron en Búfalo y un triunfo de San Diego en Detroit hubiera abierto las puertas para que Turner llegara al partido de mañana en Oakland con las llaves en la mano para abrir la puerta de la postemporada.
En lugar de aprovechar la caída de Denver, que suma tres derrotas consecutivas, San Diego se dejó dominar por los Leones quienes consiguieron meterse a los playoffs por primera vez desde 1999.
La derrota de 38-10 ante Detroit causó estupor entre los aficionados de los Chargers quienes han comenzado a ejercer una gran presión para que Turner sea cesado.
Los comentarios de los fanáticos en diversos programas de radio dedicados al debate deportivo insisten en que no solamente Turner, sino que también el gerente general del equipo, A.J. Smith, debe de ser despedido.
Se espera que en los próximos días, Dean Spanos, presidente de los Chargers, dé a conocer su plan de acción para de reestructurar al equipo.
Turner parece no tener salvación y lo único que le falta determinar a Spanos es si quiere continuar trabajando con Smith o si limpia la casa por completo y decide traer una nueva mancuerna de entrenador en jefe y gerente general.
Por lo pronto, ya se habla de que Jeff Fisher, el que fuera entrenador por 16 años de los Titanes de Tennessee, tomaría el puesto de Turner.
El duelo del domingo entre San Diego y Oakland representa una de las rivalidades más añejas en la NFL y además es un duelo de vida o muerte para los hombres de plata y negro.
Los Chargers llegan a este choque con marca de 7-8, mientras que los Raiders tienen récord de 8-7 y con un triunfo, combinado con una derrota de Denver, se alzarían con el campeonato de la División Oeste de la Conferencia Americana.
