Redacción EE.UU., 10 ene (EFE).- Nadie culpa al pateador David Akers de la eliminación de los Eagles de Filadelfia de la primera ronda de la fase final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), pero los dos fallos que cometió en sendos goles de campo, si pudieron tener repercusión en el marcador final.
Si Akers hubiese acertado ambos hubiesen sido seis puntos más para los Eagles que al final perdieron frente a los Packers de Green Bay por 16-21.
Nadie entre los compañeros de Akers, ni el entrenador de los Eagles, Andy Reid, lo han señalado como culpable, aunque reconocieron que "los puntos hubiesen ayudado".
Algunos como el safety de los Eagles, Quintin Mikell, dieron a entender después de concluido el partido, que Akers no tuvo su mejor concentración debido al problema familiar que estaba enfrentando en los últimos días.
Sin embargo, el agente de Akers, Jerrold Colton, dijo que para nada tuvo que ver ningún asunto privado o familiar del pateador titular de los Eagles en su rendimiento en el campo.
"No tiene mayor importancia el asunto de salud de un familiar de Akers", señaló Colton. "David (Akers) no está poniendo ninguna excusa de su vida privada para justificar los fallos, entre otras cosas por que el asunto no tiene mayor importancia".
La declaración de Colton, que no especificó acerca del problema familiar de Akers, no despejó la duda que dejó Mikell con sus declaraciones después del partido en la que insistió que su compañero no tuvo la mejor de las concentraciones.
Akers, que falló los goles de campo de 41 y 34 yardas, respectivamente, pidió disculpas al concluir el partido por no haber podido ayudar al equipo a conseguir la victoria.
"Para nada tenía la intención de perjudicar a mi equipo", declaró Akers al concluir el partido. "Siempre que salgo al campo lo hago con la intención de hacerlo bien y ahora me siento mal por mis compañeros, entrenadores y organización".
Akers, de 36 años, que ha sido seleccionado para el Pro Bowl, se convertirá en agente libre al concluir la fase final de la NFL.
