El primer juego de la temporada 2011 de los Chargers de San Diego será un verdadero circo aéreo con la presencia de Donovan McNabb dirigiendo mañana a la ofensiva de los Vikingos de Minnesota en el estadio Qualcomm.
La escuadra sandieguina tiene en Philip Rivers al mejor pasador de la NFL y eso hace que el inmueble de Mission Valley se convierta en escenario de un duelo espectacular entre los dos quarterbacks.
McNabb tuvo una gran trayectoria con las Águilas de Filadelfia, equipo al que inclusive llegó al Súper Tazón, y después fue cambiado a Washington.
Con los Pieles Rojas solamente estuvo una campaña, en el 2010, y tuvo que salir del equipo debido a diferencias con su entrenador en jefe, Mike Shanahan.
Encabezando ahora a la ofensiva de Minnesota, McNabb será un verdadero reto para la defensiva de San Diego, que la temporada pasada tuvo serios problemas para defender el pase.
Para completar su ataque aéreo, Minnesota tiene a su disposición uno de los mejores corredores de la NFL en la persona de Adrian Peterson.
Los Chargers llegan a la temporada con muchas dudas sobre ellos, sobre todo porque su coordinador defensivo. Ron Rivera dejó su puesto para tomar la posición de entrenador en jefe con las Panters de Carolina.
A la ofensiva, San Diego se muestra como un equipo capaz de dilapidar a cualquier equipo que se le ponga en frente.
El liderazgo y habilidad de Rivers lo convierten en el arma más peligrosa de los Chargers quienes esta temporada esperan mucho más de su corredor Ryan Mathews, quien en el 2010, en su temporada de novato, no mostró la explosividad que de él se esperaba.
El quarterback de los Chargers tiene en Vincent Jackson y Malcom Floyd sus mejores receptores y con ellos espera demoler a la defensiva del conjunto púrpura.
A Rivers como a McNabb le gusta lanzar el ovoide por lo que todo está listo para que el domingo 11se dé un juego espectacular.
