Redacción EEUU, 1 feb (EFE).- El avión con la expedición de los Packers de Green Bay fue el primero en llegar a Dallas para dar inicio a la semana grande en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), que culminará el domingo con la disputa de la cuadragésima quinta edición del Super Bowl.
Los jugadores de los Packers, campeones de la Conferencia Nacional (NFC), que llegan para disputar el quinto Super Bowl en la historia del equipo, fueron los primeros en pisar territorio tejano y lo hicieron con sombreros al más puro estilo vaquero, además de tener el convencimiento que pueden ganar el cuarto título.
El primero en bajar del avión fue el entrenador de los Packers, Mike McCarthy, que luego en la rueda de prensa, dijo que el equipo estaba preparado para seguir por el camino del triunfo, pero necesitaban hacer mejor que nunca las cosas.
"Estamos impresionados con todo el ambiente que ya se respira, pero necesitamos el máximo de concentración, vivir esta experiencia única y salir al campo preparados para el triunfo, como lo hemos hecho en los anteriores partidos", dijo.
McCarthy dijo que era una semana grande, que había que disfrutar con el trabajo y preparando todo lo que les acercase al título, que es el objetivo final.
De la misma manera se expresaron algunas de las estrellas del equipo como el linebacker Clay Matthews, el veterano cornerback Charles Woodson, el receptor abierto Donald Driver y el mariscal de campo Aaron Rodgers, el gran centro de atención con el duelo que mantendrá frente a Ben Roethlisberger, el titular de los Steelers de Pittsburgh, sus rivales de la Conferencia Americana (AFC).
"Es un gran partido, al que todos queremos llegar y en lo único que pensamos es en prepararnos bien para cuando llegue la hora del inicio estemos listos", destacó Matthews.
Driver señaló que no se perdería el partido por nada del mundo, pero advirtió que era el momento de no entrar en ningún tipo de distracción sino en estar más centrado que nunca.
Woodson reconoció que estaba motivado y listo para mantener la sonrisa cuando hubiese concluido el partido del Super Bowl porque tenía el convencimiento que iban a ganar.
Después de tener establecido su cuartel general en el Hotel Omni Colinas, uno de los más lujosos de Dallas, al igual que el Omni de Fort Worth, McCarthy reconoció que estaba impresionado por la sede que iban a tener para trabajar.
Los Packers llegaron con la tranquilidad relativa de pasar un día sin meterse en líos por mensajes en Twitter.
Luego de conseguir su pase al Super Bowl, los Packers dedicaron gran parte de la semana pasada discutiendo por cosas como el momento adecuado para realizar la fotografía del equipo.
Varios compañeros lesionados se quejaron en Twitter porque al parecer no fueron incluidos en la foto esta semana, pero Rodgers insistió en que la controversia "fue resuelta" y ya no es el tema que debe seguir debatiéndose.
Ese es el tipo minucias que pueden de pronto tornarse en problema cuando un equipo está en los reflectores preparándose para el Super Bowl.
McCarthy, tiene la intención de evitar que el equipo caiga en ese tipo de distracciones en el resto de la semana.
Luego iban a llegar los Steelers en busca de su séptimo título de campeones del Super Bowl en el octavo que van a disputar, que les permite empatar con el equipo local de los Cowboys de Dallas, que hasta ahora tenía la mejor marca en asistencias a partidos del Campeonato de la NFL.
El gran espectáculo deportivo del año en Estados Unidos está ya en marcha y se llama el Super Bowl.
Las cámaras de vídeo y los sombreros vaqueros estuvieron presentes para ambos equipos que van a ser protagonistas de un Super Bowl, que ya tiene el récord de ser el más caro y el que genera mayores ingresos económicos al área de Arlington, Dallas y Fort Worth.
Mientras decenas de aficionados gritaban "Vamos Packers, vamos", los jugadores de Green Bay fueron testigos por primera vez en 13 años del frenesí que despierta el Super Bowl.
Muchos de los jugadores de los dos equipos llevaban cámaras de vídeo o dirigían sus teléfonos celulares hacia los presentes para tomarles fotografías antes de sus conferencias de prensa.
Unos cuantos llevaban sombreros vaqueros, pero ninguno llegó tan lejos como el veterano receptor Hines Ward de los Steelers.
Ward decidió tomarse en serio el ambiente tejano y apareció con un sombrero vaquero negro, camisa negra, cinturón con enorme hebilla y pantalones de mezclilla.
"Estoy en Dallas, Texas", explicó Ward con una sonrisa tan amplia como si hubiera ganado el trofeo al Jugador Más Valioso (MVP) del Super Bowl, algo que logró en el 2006. "Quise ponerme todo mi atuendo de vaquero y disfrutarlo. Sin complicaciones".
