Redacción EE.UU., 14 abr (EFE).- La vuelta a la mesa de las negociaciones para resolver el conflicto laboral dentro de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) se dio hoy, jueves, con la presencia de representantes de parte de los dueños de los equipos y del sindicato de jugadores.
Ante el complicado proceso de poder alcanzar un acuerdo que evite la cancelación de la próxima temporada en la NFL, el comisionado de la liga Roger Goodell y representantes del sindicato fueron reclamados por un juez federal en Minneapolis para que trabajen de nuevo en la solución del conflicto.
Goodell, el dueño de los Panthers de Carolina, Jerry Richardson, y el de los Patriots de Nueva Inglaterra, Robert Kraft, integran el grupo de propietarios de equipos de la NFL que llegó el jueves a una corte federal en Minneapolis.
El director ejecutivo del sindicato de jugadores de la NFL (NFLPA, por sus siglas en inglés), DeMaurice Smith, también hizo acto de presencia a la misma reunión acompañado por el grupo de abogados y por los profesionales Ben Leber y Mike Vrabel, y el jugador retirado Carl Eller.
La reunión es la primera que la NFL y el sindicato realizan desde el pasado 11 de marzo, fecha que expiró el anterior convenio laboral.
El sindicato decidió disolverse y los dueños comenzaron por su parte con el cierre de actividades dentro de sus respectivas organizaciones.
La situación no ha mejorado ni ambas partes pudieron encontrar elementos nuevos que les permitiese reiniciar las negociaciones por lo que tuvo que ser el juez federal Arthur Boylan el que comenzase a mediar entre ellos y el primer paso fue la reunión que han iniciado hoy, jueves.
Representantes de la NFL, encabezados por su vicepresidente ejecutivo Jeff Pash, se reunieron el miércoles con Boylan durante unas cinco horas.
Un día antes, durante cuatro horas, los abogados de los jugadores hicieron lo propio con Boylan.
La mediación de Boylan es vista como el primer paso positivo en el proceso desde que el gremio fue disuelto el mes pasado, el convenio laboral expiró y la NFL tuvo su primer paro desde la huelga de 1987.
El cierre de actividades en la NFL se dio después que ambas partes tuvieron 16 días de negociaciones supervisadas por un mediador federal en Washington, en las que la liga y los jugadores no lograron un acuerdo sobre cómo repartir los más de 9.000 millones de dólares en ingresos anuales que genera la competición del fútbol americano en Estados Unidos.
Inicialmente, los dueños estaban interesados en incrementar al doble el ingreso que reciben para gastos, de 1.000 a 2.000 millones de dólares, pero bajaron su demanda durante la última ronda de mediaciones.
Los jugadores han insistido en que los 32 equipos divulguen todos sus informes financieros, pero la NFL no ha cumplido con esa solicitud, alegando que tienen toda la información que necesitan conocer.
Otros asuntos importantes y polémicos en la nueva negociación son los beneficios para jugadores retirados y el deseo de la NFL de aumentar la temporada regular de 16 a 18 partidos.
La NFL quiere recortar casi un 60 por ciento del salario garantizado para los jugadores universitarios seleccionados en la primera ronda del sorteo, mantenerlos en los mismos equipos por cinco años y utilizar los ahorros para el pago a los veteranos y otros beneficios.
La jueza federal Susan Richard Nelson, que ordenó la mediación, aún está considerando un pedido de los jugadores de suspender el cierre patronal.
Luego de una audiencia del 6 de abril, la jueza dijo que planeaba emitir su fallo en un par de semanas.
Sin embargo, la intervención de la justicia en el conflicto no garantiza que las grandes diferencias que se dan entre ambas partes en cuanto a la repartición de los ingresos puedan desaparecer y permitir un acuerdo en la firma del nuevo convenio colectivo, sin el cual no será posible el reinicio de las actividades deportivas dentro de la NFL.