El partido entre México y Venezuela no fue precisamente la final de una Copa del Mundo pero no les digas eso a los aficionados que asistieron la noche del martes al Estadio Qualcomm.
La "ola verde", como se le conoce a los seguidores del Tri, saben armar un fiestón antes de cada partido de su equipo y el martes hicieron vibrar los cimientos del inmueble de Mission Valley.
Aficionados envueltos en banderas de la selección mexicana, fanáticos con la cara pintada de verde, blanco y rojo y personas vistiendo las tradicionales camisetas verdes México conformaban un mosaico multicolor en el graderío del estadio.
Aficionados de San Diego y ciudades circunvecinas hicieron una fiesta en el estacionamiento del Qualcomm.
Música de los Tigres del Norte, de Marco Antonio Solís "El Buki", y de Alejandro Fernández se escuchaban por doquier mientras el sabroso olor de carne asada proveniente de las fiestas previas al juego permeaba el ambiente.
Las típicas cornetas de plástico que utilizan los aficionados mexicanos para apoyar a su selección, le daban ese toque mágico a un partido en el que en realidad no había nada de por medio.
"No importa el equipo rival, lo que queremos ver es a nuestra selección", dijo René Rendón, un hombre de 35 años que trabaja en Tijuana como administrador de una cadena de ópticas.
Hay otros que para llegar a San Diego tuvieron que recorrer más millas que Rendón.
Luis Santos llegó en su camioneta tipo pickup con tres amigos proveniente de Los Ángeles.
"Tres horas y medio para llegar, pero aquí estamos apoyando al Tri", dijo Santos.
El grupo de animadores venezolanos era chico pero la belleza de sus mujeres no pasó desapercibida.
Anita Carrera, de 22 años, arrancó el suspiro de todos los hombres que la vieron pasar.
La joven venezolana llevaba una camiseta de su selección amarrada arriba de su cintura.
El contorno de su cuerpo acentuado por unos pantalones de mezclilla ajustados y su piel morena, la hicieron el centro de atención de muchos.
"Yo sé que no tenemos un gran equipo pero venimos con mucha emoción a apoyar a los muchachos", dijo Carrera mientras escuchaba silbidos halagadores.
La algarabía que se vivió en el Qualcomm se dio a menos de un año en que el Tri tuvo una decepcionante actuación en el Mundial de Sudáfrica 2010.
Pero el amor por la "verde", como le dicen los fanáticos a la camiseta de la selección mexicana, es más grande que cualquier decepción.
"Tenemos un equipo joven, con muchas ganas de triunfar y un entrenador capaz. Vamos por buen camino y creo que con esta selección vamos llegar muy lejos", comentó Rendón.
"Vamos a ganar la Copa Oro y de ahí para adelante", dijo Rendón, quien con sus comentarios hace eco de lo que millones de mexicanos sienten por su selección: Una fe inquebrantable.