Chicago, 16 sep (EFE).- En Sudamérica las futuras estrellas del fútbol aprenden a jugar en "potreros" o canchas improvisadas, pero en Chicago el sueño de convertirse en profesional puede comenzar en la primera academia de fútbol inaugurada en una escuela primaria pública.
La Academia de Fútbol UNO promete a sus alumnos la formación académica necesaria para tener éxito en la vida laboral futura, ya sea con un diploma universitario o como jugador destacado en los estadios universitarios o canchas de las ligas profesionales.
Desde el jardín infantil al octavo grado, los niños podrán alimentar en el salón la pasión número uno de la comunidad latina con una educación que estará enfocada hacia el fútbol, desde historia, literatura a estudios culturales.
Y luego en la cancha, en un estadio que todavía está en construcción, dedicarán por lo menos cinco horas semanales a aprender ese deporte, con un programa de educación física especialmente diseñado para futbolistas.
Resistencia física, aeróbica, agilidad, balance, velocidad y fortaleza muscular, sumados a disciplina, trabajo en equipo, comunicación y liderazgo.
Todo esto sin descuidar los estudios, incluyendo el aprendizaje de idiomas extranjeros, para que las futuras estrellas puedan administrar sus carreras en cualquier lugar del mundo.
La capacitación deportiva estará a cargo de entrenadores profesionales, que se encargarán además del desarrollo personal y psicológico de los niños.
"Tenemos muchos talentos y futuras estrellas en nuestra comunidad", dijo Juan Rangel, director ejecutivo de la Organización Vecinal Unida (UNO en inglés).
"Lamentablemente, aunque muchos niños pueden ser capaces de jugar bien al fútbol, no están preparados académicamente para triunfar", agregó.
El méxico estadounidense Rangel sabe que muchos futbolistas sacrifican los estudios para triunfar en las canchas, una pérdida que el dinero de los contratos futuros no podrá solucionar.
En la academia de UNO, el rendimiento académico preparará mejor a los alumnos para la educación superior, con becas que abrirán el camino hacia la universidad, dijo.
El edificio de la academia de fútbol inaugurado oficialmente en la noche del jueves es el décimo centro educativo administrado por UNO en Chicago bajo el régimen de escuelas Charter, que aunque pertenecen a la red de escuelas públicas de la ciudad tienen autonomía en materia de currículo, calendario y presupuesto.
Rangel dijo que la nueva escuela permitirá además aliviar la sobrepoblación de otros centros educativos vecinos, hasta completar 575 alumnos que en su mayoría serán latinos de origen mexicano residentes en el barrio Gage Park, del suroeste de la ciudad.
La inscripción es libre, con ciertos requisitos de rendimiento, siempre y cuando los postulantes sientan una verdadera pasión por el fútbol y deseen "participar completamente en los programas, metas y beneficios asociados con ese deporte".
En la inauguración estuvieron el alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, y el gobernador de Illinois, Pat Quinn.
La gobernación aportó 27 millones de dólares para la obra que empleó a 400 personas en su construcción, pertenecientes a un fondo especial denominado Jobs Now! para revitalizar el empleo en el estado.
El gobernador saludó la iniciativa de utilizar el fútbol como "herramienta motivadora" para que los niños "aprendan y tengan otras oportunidades de éxito en la vida".
El proyecto de academia de fútbol de UNO es apoyado por el Chicago Fire, el equipo local de la liga profesional de fútbol ("soccer") de los Estados Unidos.
El Fire cuenta actualmente con algunos jugadores sudamericanos destacados, desde el veterano Pavel Pardo que se destacó en la selección mexicana, al argentino Daniel Padadini, el uruguayo Diego Chávez y el guatemalteco Marco Pappa.
Tal vez en el futuro el equipo no tenga que ir muy lejos a buscar refuerzos, y la academia UNO sirva de semillero local de talentos.
