Redacción EE.UU., 3 mar (EFE).- La crisis de juego se instauró dentro del Heat de Miami de los nuevos "Beach Boys", que vieron cómo sus vecinos rivales de los Magic de Orlando les ganaron por 96-99 después de remontar 24 puntos de desventaja que tenían en el tercer periodo.
Esta vez los Magic tuvieron el tiempo suficiente para completar la remontada, la mayor que han logrado en lo que va de temporada, y dejaron en evidencia que algo no funciona dentro de la química de equipo de los Heat con las súper estrellas del alero LeBron James, el escolta Dwyane Wade y el ala-pívot Chris Bosh.
Los Heat llegaron al partido disputado en el American Airlines Arena, de Miami, con el debut del veterano base Mike Bibby, que se compró su contrato del próximo año por 6,2 millones de dólares por llegar a un equipo con máximas aspiraciones al título de campeón de liga.
El Heat fue ese equipo en la primera parte, que llegó a tener hasta 21 puntos de ventaja, y la concluyó con 18 y parcial de 63-45.
Pero todo cambió en el tercer periodo, el Heat, como le había sucedido en el partido anterior ante los Knicks de Nueva York, de manera incomprensible perdió la concentración en su juego, dejó de ser eficaz en el ataque, no defendió bien y el escolta Jason Richardson anotó todos los triples que intentaba.
Ante el asombro y frustración de los seguidores del Heat y la falta completa de capacidad de reacción por parte del entrenador del equipo de Miami Erik Spoelstra para cambiar la situación, los Magic, después de estar abajo 24 puntos en el tercer periodo, lograron una racha de 40-9 en los siguientes 15 minutos.
El presidente del Heat, Pat Riley, como el resto de los seguidores del equipo, que llenaron el American Airlines Arena, no podía dar crédito a lo que estaba sucediendo en el campo, ver que hasta las mismas estrellas eran incapaces de reaccionar.
Lo intentaron al final para tratar de llevar el suspense, como sucedió con los Knicks, pero tampoco acertaron con la canasta decisiva que les hubiese permitido forzar la prórroga.
Richardson se iba a los vestuarios como el máximo encestador y verdugo del Heat al conseguir 24 puntos, incluidos 11 en el inicio del épico resurgir de los Magic en la segunda parte, con seis triples anotados de ocho intentos.
Mientras que el base Jameer Nelson también aportó 16 puntos, 12 de ellos en la segunda parte y como no, el pívot Dwight Howard, en su línea de "Superman" bajo los aros consiguió un doble-doble de 14 tantos y 18 rebotes, cinco asistencias y cinco tapones.
El ala-pívot reserva Ryan Anderson también hizo una gran labor como sexto jugador al aportar 15 puntos y cinco rebotes, recuperó un balón y puso un tapón, mientras que el base Gilbert Arenas consiguió 11 tantos, incluidos un par de triples decisivos en el cuarto periodo.
El equipo de Orlando se quedó también con marca de 40-33 para bajar a dos juegos y medio del Heat (43-18), que perdió el segundo partido conseguido, pero sigue siendo líder en la División Sureste.
El equipo de Miami que en la primera parte había hecho 17 tiros de personal fallaron por completo en la segunda y ahí también estuvo otro de los factores de su derrota.
James, que consiguió 29 puntos y seis rebotes, cuatro asistencias y dos tapones, mientras que Wade aporto 28 puntos, cinco asistencias, cuatro rebotes y recuperó dos balones.
Bosh no estuvo inspirado y se quedó con sólo 15 después de fallar 10 de 15 tiros de campo y capturó cinco rebotes para el Heat, que vivió su noche más humillante desde que inició la temporada con los "Big Three".
Aunque tampoco era la primera vez que se había dejado quitar ventajas importantes en partido que al final también perdieron como les sucedió ante los Knicks (15 tantos), frente a los Magic, el pasado mes, que llegaron a tener 23 de ventaja y al final sobrevivieron, algo que esta vez no sucedió y fueron humillados.