Tijuana.- El Santo encarna no sólo un mito heroico del olimpo mexicano, sino también el bien y la moral de un país que cambiaba profundamente, dijo Álvaro Reyes, académico del Centro de Investigación y Estudios Cinematográficos de la Universidad de Guadalajara.
De los cuadriláteros al cómic y de allí al cine, el Enmascarado de Plata trazó una trayectoria que lo proyectó a la fama hasta convertirse en una de las figuras más populares en México
La carrera como luchador del Santo se prolongó por más de cuatro décadas, durante las cuales se transformó en un ídolo popular y un símbolo de la justicia para el hombre común, cuando el personaje trascendió el ámbito de la lucha libre y se convirtió en un superhéroe justiciero a partir sobre todo de su paso por el cine, explicó Reyes.
El investigador social dará la conferencia Pistas para desenmascarar al Santo, una interpretación para entender la construcción del mito del enmascarado, el próximo miércoles 15 de diciembre a las 7 de la noche en el Centro Cultural Tijuana.
"El Santo forma parte de nuestro imaginario, un peculiar enmascarado que simbólicamente luchó por el bien y la moral de un mexicano que estaba inmerso en el cambio social", dijo Reyes.
A la distancia, agregó, el personaje aún mantiene ese estatus pero ha cobrado otros significados morales y estéticos, otro reconocimiento en la cultura.
Reyes es autor de los libros Santo el Enmascarado de Plata: mito y realidad de un héroe mexicano moderno y de Crimen y Suspenso en el cine mexicano, 1945-1955.
El Santo comenzó su carrera en los cuadriláteros en 1942. México en ese momento estaba en un periodo de reafirmación nacionalista, producto del proceso revolucionario que vivió en décadas anteriores; además ese año el país ingresa al Segunda Guerra Mundial, explicó.
Por otra parte, añadió, este luchador representa una figura cuya imagen es deudora de los medios masivos a su alcance en esa época, pues su aparición coincide con los inicios de la televisión y con el auge experimentado por la industria cinematográfica durante los años de la guerra y la postguerra.
En ese tiempo comienza a operar la transición demográfica de la sociedad mexicana que pasa del campo a la ciudad. Son también los años del desarrollo sostenido que dio lugar al "milagro mexicano", cifrado en altas tasas de crecimiento económico, bajo desempleo y expansión del consumo interno, explicó.
El investigador social dijo que ese contexto de los años 1950´s la lucha libre, junto al box, era un espectáculo popular, sobre todo de las clases medias citadinas. La televisión mexicana por entonces transmitía los combates de los modernos gladiadores.
Para 1954, el Santo se había convertido en campeón mundial de peso medio luego de derrotar al japonés Sugi Sito y poco después en una estrella del cine.
Filmó 52 películas con títulos tan extravagantes como Santo contra los zombies (1961), Santo contra el estrangulador (1963), El barón Brákola (1965), Santo contra la magia negra (1972) o Santo en la venganza de las mujeres vampiro (1970).
Reyes dijo que el mito del Santo continuará.
Las pistas para desenmascarar al Santo son para acercarnos a la comprensión del héroe que versa entre mito y la realidad de aquel México moderno que vio nacer y morir al hombre, nacer y pervivir al mito."
