Usain Bolt superó en los últimos 60 metros a su rival Justin Gatlin; un arranque lento como es costumbre de Usain pero una sonrisa y ademanes que ya son icónicos en el deporte mundial. La gran zancada y confianza le permitieron incluso hacer un ademan con la mano en su pecho a centímetros de la meta. La marca de 9.63 y record olímpico no se rompió pero eso poco le importa al rayo jamaiquino que ya es el atleta más importante que ha pisado una pista de tartán en la historia del olimpismo.
Usain Bolt tres veces rayo de oro en 100 m.

En un tiempo donde el atletismo pasa por temas de dopaje fuertes como el caso de la delegación rusa prohibida de los Olímpicos, hay un rayo de luz directo del Caribe que le da una vida diferente al atletismo. Los 100 metros planos en el atletismo son de los eventos más vistos de los Olímpicos y del planeta. El factor de la hazaña olímpica aumentó la fama de esta edición de lo 100m Olímpicos; el factor Bolt lo potencializó hasta los cielos. Los últimos 60 son done Bolt aprieta y se recupera de sus malas salidas. En los últimos 30 es cuando ya las carreras son suyas; no fue diferente en Rio 2016.
Bolt superó por 8 centésimas al polémico estadounidense campeón en Atenas 2004 , Justin Gatlin (2 veces positivo en dopaje). Bolt dijo que estos serán sus últimos Olímpicos, con su retiro del deporte en los Mundiales de 2017. Bolt ya suma 7 oros y podría terminar en 9 si gana como se espera el tridente del atletismo de pista con los 200m y los 4×100 por equipos. El que creció corriendo en las llanuras de Trewlany en Jamaica se sintió como ese joven mirando la reserva natural de flora y fauna en Cockpit Country en Trewlany. Bolt tendría aún más oro si una lesión no lo hubiera apartado de Atenas 2004.
El simpático Bolt que gustaba de comer nuggets y obligado a cambiar su dieta, ha cerrado brechas en los social en las clases medias en Jamaica y al mismo tiempo brechas entre la gente y un deporte, que seguido de manera regular o no, ya tiene más atención por su nombre en la marquesina. Romper brechas fuera y dentro de en este caso el tartán, se dice fácil pero sólo los individuos especiales y con estrella como Usain pueden hacer. Esa sonrisa como la que le dio a todos y a sus competidores en las semifinales. Yohan Blake que ganó el 4×100 con Bolt en Londres 2012 con récord mundial, se quedó en cuarto lugar después de un verano y 2016 lleno de dudas por lesiones. El campeón panamericano canadiense Andre de Grasse se coló para tener el estaño y Gatlin se llevó la plata.
Ibarguen y van Niekerk electrifican el tartán

La colombiana Caterine Ibarguen tuvo esas historias de redención tan cliches pero que nunca dejen de emocionar y poner chinita la piel. En Beijing 2008 no compitió y en Londres tuvo plata en una amarga derrota empañada por lesiones. En Río 2016 tuvo su historia de redención a la chica de Colombia que le dio a su país el segundo oro de estos juegos. La proeza para Ibarguen no fue fácil porque la joven venezolana Yulimar Rojas le metió algo de presión al comienzo. Olga Rypakova de Kazajistán le quitó el oro en Londres 2012 y ahora la europea se quedó con el bronce. El salto de 15.17 fue letal para todas que no alcanzaron siquiera el 15 en el triple salto en la arena. La cafetera con actitud picante y extravagante es otra que le mete ese extra al igual que Bolt a sus participaciones.

El sudafricano Wayde van Niekerk se robó el show y rompió el récord mítico de Michael Johnson en los 400 metros. La sorpresa llegó en el la ruptura del récord mundial pero también en que superó a los favoritos Kirani James de Granada y LaShawn Merritt de Estados Unidos. Ambos estaban prospectados para ser el oro con el de Granada campeón olímpico en 2012 teniendo ligera ventaja sobre el campeón en Beijing, Merritt. Wayde van Niekerk empezó bien y tomó la ventaja en los últimos 100 metros en el carril exterior para irse sólo mientras James y Merritt competían en los carriles centrales.
Twitter:@AlejandroCasaas
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