Los problemas económicos de Brasil obligaron a las autoridades de Río de Janeiro a recortar el financiamiento de al menos un programa antiviolencia antes de los Juegos Olímpicos en agosto, lo cual podría generar preocupación a algunos turistas.
José Mariano Beltrame, Jefe del Departamento de Seguridad Pública, les afirmó el lunes a los legisladores estatales que el presupuesto de su departamento fue recortado por 32%. Esto genera problema para la obtención de dinero para expandir las unidades de "pacificación" en las favelas cerca del aeropuerto de la ciudad.
Todas las unidades tendrían que haber sido implementadas antes de los Juegos Olímpicos.
El programa tiene el propósito de combatir el narcotráfico y la violencia en los barrios más pobres de la ciudad.
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