Nueva York, 13 jul (EFE).- Un mural del pintor ecuatoriano Camilo Egas (1889-1962), considerado una de sus obras maestras, fue mostrado hoy por primera vez en diez años por la universidad The New School en Manhattan, tras su restauración.
"Festival Ecuatoriano" recibió elogios de la crítica especializada cuando fue inaugurado en 1932 frente al estudio de danza de Martha Graham, en el sótano de un edificio de la entonces joven universidad, donde permaneció hasta este año, explicó la comisaria Silvia Rocciolo.
Agregó que la pieza fue removida para ser restaurada este año, trabajo que tomó cerca de dos meses y que fue completado a mediados de junio pasado y tras exhibirse hoy a los medios de comunicación, volverá a ser colocado en su lugar original el próximo 6 de septiembre, en un acto al que asistirán diversas personalidades.
El gigantesco mural de 17 pies de largo de tonos marrones rojizos, muestra una celebración en la que participan diversos indígenas de Ecuador, algunos cargando cestas con frutos, así como otras escenas que reflejan el mestizaje de su país.
"Egas fue una figura central en la pintura modernista de Ecuador, tan importante como José Clemente Orozco para México y Thomas Hart Benton en el escenario de EE.UU", destacó la comisaria durante la presentación de la obra.
"Junto a Eduardo Kingman y Oswaldo Guayasamín fueron claves en desarrollar el lenguaje del arte moderno en Ecuador", afirmó.
Egas nació en la ciudad de Quito donde vivió hasta los 34 años y entre sus obras, previo a haberse radicado en Nueva York en 1927, estuvo presente el tema indígena con piezas en las que idealizó al indio en su esfuerzo por restaurar su dignidad.
El pintor se estableció en la Gran Manzana, donde le esperaba su esposa, la estadounidense Margarita Gibbons y su primer hogar fue a pasos de The New School, institución que ocupó un lugar importante en su vida profesional y con la que estableció una relación académica en 1929.
El ecuatoriano, que se formó como pintor en la escuela de Bellas Artes de Quito y en academias de Roma, Madrid y París, fue el primer director del Departamento de Bellas Artes de la universidad, donde hizo exposiciones e impartió cursos hasta que falleció en 1962.
Bajo su tutela se contrataron como profesores artistas de renombre internacional como Berenice Abbott, Lisette Model, Stuart Davis y Yasuo Kuniyoshi.
Fue en esta institución donde Egas conoció a los muralistas José Clemente Orozco y Thomas Hart Benton, destacó la comisaria y agregó que el entonces presidente de la institución Alvin Johnson encargó a cada uno realizar una obra para la universidad.
De ahí surgió "Festival Ecuatoriano", que se inauguró al mismo tiempo que los de Orozco y Benton y que el entonces crítico del diario The New York Times, Edward Alden Jewell calificó de "admirable, de colores sutiles pero cálidos".
"El artista ha sabido hacer uso de su amplio conocimiento de las costumbres nativas sin producir un mural que fuese seco o pedante", añadió.
Egas señaló entonces que su intención fue representar un momento de celebración de un festival de danza indígena, enfocado en su identidad cultural.
Rocciolo destacó además que Egas encontró su verdadera voz como artista en la década de 1930 en The New School.
"Fue un momento único y rico en la historia de la universidad y no hubiese sido posible en ninguna otra institución", sostuvo y agregó que el trabajo del artista ecuatoriano fue considerado radical y vanguardista.
"The New School le proveyó de un ambiente que le permitió experimentar y compartir con artistas internacionales como Orozco quien le llevó a conocer de primera mano el muralismo mexicano, y con Benton, cuya pintura afectó a Egas profundamente", afirmó Rocciolo, quien enfatizó la "gran importancia" del artista ecuatoriano como profesor y director de los talleres de arte de esa universidad.
Egas, que se convirtió en una figura del acontecer cultural de Nueva York, realizó otros murales por encargo en esta ciudad.