Nueva York, 29 jun (EFE).- La familia ecuatoriana Navas, con nueve generaciones de tradición circense, debutan hoy con el Circo del Sol en Nueva York y su espectáculo "Zarkana", creada para grandes espacios y que refleja el fantástico mundo del mago Zark.
El famoso circo eligió como escenario en su retorno a la Gran Manzana el legendario teatro Radio City Music Hall, donde se presenta por primera vez, con una producción que narra la historia de un mago que pierde al gran amor de su vida, y con él sus poderes.
La búsqueda de su amada le llevará a un mundo habitado por criaturas surrealistas y fascinantes como las anacondas, en lo que la compañía ha descrito como una ópera rock acrobática con banda en vivo que fusiona el variado arte circense, creada por su director, el canadiense Francois Girard ("El violín rojo", "Seda").
En "Zarkana", en el que la compañía ha invertido 50 millones de dólares, participan 71 actores de 15 países, entre ellos, la familia Navas.
Roberto Navas, el patriarca y quien nació en Guayaquil, es quien entrena a sus hijos Rudy, Ray y Rony para sus peripecias en la cuerda a 9,7 metros de altura y en el llamado "péndulo de la muerte" que mantienen al público en suspenso.
Con este espectáculo los Navas debutan con el Circo del Sol, tras ocho años de que se les hiciera la propuesta mientras trabajaban en Europa, recordó el patriarca, quien comenzó su carrera como trapecista.
"Somos de una dinastía de circo. Mis hijos son la novena generación", dijo a Efe Roberto, quien comenta con orgullo que sus dos nietas, hijas de Rudy, también crecen entre las caravanas y los aplausos, como las generaciones que les precedieron.
"Viajar es muy lindo y si tienes la facilidad de actuar en diferentes partes del mundo ¿por qué no hacerlo?", señaló Navas tras culminar las largas horas de entrenamiento para la función con la que hoy el Circo del Sol abre oficialmente su temporada en Nueva York.
Navas recordó que su hijos comenzaron el entrenamiento cuando Rudy tenía 6 años, Ray 4 y Rony, el más joven, a los 9 años.
"Ellos me veían trabajar con mis hermanos, que éramos trapecistas", dijo el orgullo padre, que también tiene una hija que formó parte del circo y que dejó tras casarse.
Explicó que según iban entrenando "vas alzando la altura de la cuerda, hasta lograr la perfección, con mucha disciplina y mucha precisión.
"Se necesitan muchos días, muchos meses y muchos años" para lograrlo porque, según el patriarca, "las personas son como las frutas, van madurando poco a poco".
Navas y sus hijos se muestran confiados en los años que han dedicado a prepararse y aseguran que aunque el espectáculo enfrenta riesgos, no tienen temor.
"Cuando estoy allá arriba sólo pienso en hacer bien mi trabajo y que a la gente le guste el espectáculo. Es algo normal en nuestras vidas" dijo Rudy, con lo que coincidieron sus hermanos.
"No hay nervios, sólo respeto por el público", aseguraron, aunque Rony confiesa que a su madre siempre se preocupa.
Luego de culminar su presentación en Nueva York el próximo octubre, "Zarkana" llegará en noviembre a Madrid, España, donde la compañía evalúa la posibilidad de mantener un espectáculo permanente.