REDACCIÓN.- Pocos son los artistas que logran abarrotar un escenario como lo es el de la Plaza de Toros México; Vicente Fernández lo logró en 1984 y hoy, a 28 años de distancia, le tocó el turno a Espinoza Paz quien logró reunir a 54 mil almas en un concierto espectacular.
El cantautor sinaloense que está pasando por su mejor momento se aventuró a abrir las puertas de la plaza el pasado fin de semana para arriesgarse a torear a sus seguidores, quienes al final le dieron rabo y orejas.
El recinto taurino se desbordó en sentimiento cuando el coro monumental recibió al intérprete de "Al diablo lo nuestro", aseguró Arturo Rivera, publicista del compositor.
Fue una noche especial para Paz, quien no sólo contó con el respaldo de sus fanáticos, sino también de sus amigos, aquellos que le han dado voz a sus canciones.
Lo mismo cantando con banda, con norteño, con un estilo romántico, con mariachi y hasta acústico, Paz hizo duetos con varios amigos como fueron
Aleks Syntek, María José, Paulina Rubio, Alejandra Orozco y don Óscar, estos dos últimos concursantes de "La Voz México", cantaron a dueto con el "compositor del pueblo".
Fuera banda, norteño, mariachi, baladas o hasta acústico, el cantante le puso ese sentimiento por el que se distingue a cada una de las 30 canciones que interpretó en el concierto de tres horas de duración.
Por si fuera poco, a medio concierto el conductor de "El Gordo y la Flaca", Raúl de Molina, le hizo entrega a Espinoza Paz de diez discos de oro y platino por sus altas ventas de discos anteriores.
Y si de algo presume Espinoza Paz, es de su rancho y las tortillas de su abuela, así que no resultó tan extraño cuando invitó a "mamá Cuquita" al escenario para agradecerle todo el apoyo y cantarle "Mujer", además de mandar un "gran beso" al cielo a su mamá, quien falleció cuando él era adolescente.
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