TIJUANA.- Quizás ni él mismo se lo creía. Si algo sabe, es que México lo ha recibido con los brazos abiertos y a diferencia de otros, le costó ser profeta en su propia tierra y un pedacito de ésta, Tijuana, lo recibió con el calor de más de 3 mil almas en una firma de autógrafos.
El cantautor sinaloense Espinoza Paz llegó por segunda vez en el año a la frontera, esta vez para presentar su reciente disco "Canciones que duelen" y regalar firmas, besos, fotografías y más en la terraza de una tienda departamental ubicada en el centro comercial de Plaza Rio.
La llamada manzana más famosa de la ciudad tuvo el cerco humano más grande que en muchos años no se veía. El fenómeno Espinoza vino a lograr lo que desde el 2001 no se veía en una firma de autógrafos.
Y aunque aquella vez fue un cantante de pop, esta vez el compositor de "Sobre mis pies" puso de cabeza a una cuadra completa, y también el ejemplo para grandes agrupaciones del regional mexicano que al menos en los últimos años no se ha visto.
Espinoza Paz es un joven cantante que como todo artista, buscó cumplir su sueño, aunque antes tuvo que cruzar la frontera de ilegal por Tijuana para irse a California a la pizca de tomate junto a su padre.
Cuando se dio cuenta que lo suyo no era eso, regresó a México y fue cuando otros colegas comenzaron a grabarle sus temas.
Pero aún en territorio mexicano y ya con sus letras en voz de otros, no fue suficiente, así que de nuevo regresó a Estados Unidos en busca de cristalizar sus sueños, entonces sus compatriotas apostaron por el talento de Paz y su carrera comenzó a ascender.
De entonces a la fecha, Espinoza Paz ha grabado tres discos con los que se posicionó en los primeros sitios de la radio hispana, contrario a otros de sus colegas, el hizo el crossover a la inversa, de Estados Unidos para México.
El año pasado por primera vez, el territorio azteca entero, supo quien era Paz, gracias a que el reality La Academia Bicentenario lo presentó con bombo y platillo comenzando a captar a un mercado antes no conocido.
Este 2011, La Voz México le da cabida como uno de los coaches del programa que busca un talento como lo dice, con voz que sea su principal distinción.
A Isidro Chávez, su nombre de pila, se le ve contento, con una sonrisa que protegen sus brackets color plata, un sombrero que no lo hace olvidar que viene del rancho de La Angostura, allá en Sinaloa.
En el corazón trae un cúmulo de letras como "El culpable", "24 horas", "Para no perderte" y "El próximo viernes" que sólo de oído o manera empírica sabe plasmar con su guitarra.
En la firma de autógrafos que inició pasadas las 6 p.m. Espinoza estuvo bajo el respaldo de su equipo que trato de evitar en algunas ocasiones la intensa euforia de sus fanáticas que se abalanzaban sobre él.
Pero también se vio un hombre sencillo al acercarse a admiradores con capacidades diferentes que llegaron en sus sillas de ruedas emocionados para una foto y el autógrafo.
A la interminable línea de seguidores llegaron niños, adolescentes, estudiantes, mamás y abuelas que intentaron captar sus mejores momentos a través de sus celulares.
Esta vez no tuvo tiempo para atender a la prensa y dar sus impresiones sobre el fenómeno que está viviendo, pues al cabo de una hora y media de firma, la multitud irrumpió cualquier valla para tratar de llegar a él.
Salió prácticamente botado del lugar, sin texana, sin el rosario color café que llevaba en su cuello, intentó calmar los ánimos con el tema "Ponte en mi lugar", pero tal parece que nadie le hizo caso.
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