San Juan, 16 feb (EFE).- El retumbar de las congas que repicó el fallecido percusionista boricua Ray Barretto, "El Rey de las Manos Duras", aún resuenan entre sus seguidores al cumplirse mañana cinco años de su muerte.
El cantante Adalberto Santiago, quien grabó junto a Barretto su primera producción con el sello Fania Records, "Acid", en 1967, destacó hoy a Efe el gran valor de la aportación musical de quién fue su compañero de orquesta y que murió cuando tenía 76 años en el centro médico de la Universidad de Hackensack (Nueva Jersey).
Santiago, que también estuvo con Barretto en la orquesta Típica 73, recalcó que "nunca hubo malos entendidos" entre ambos pese a que se separaron en una ocasión, la relación entre colegas "siempre fue muy bonita hasta el día de su muerte".
Recordó una actuación que tuvo Barretto en el teatro de la Universidad de Puerto Rico en el recinto de Río Piedras en San Juan, que se llamó "Las dos vidas de Ray Barretto", como uno de los grandes eventos que realizaron juntos.
Agregó que la última ocasión que compartió el escenario con Barretto (1929-2006) fue en un concierto en Caracas.
"La música es algo que se mete por dentro y el público a veces no sabe de donde salió. A veces era algo espiritual lo que demostraba el maestro Barretto", enfatizó Santiago.
Barretto comenzó escuchando el fino jazz de los también fenecidos percusionistas cubano Luciano "Chano" Pozo (1915-1948) y estadounidense Dizzy Gillespie (1917-1993) estando en una base del ejército de los Estados Unidos en Alemania.
En 1949, al concluir sus compromisos con las Fuerzas Armadas, Barretto regresó a Nueva York para iniciar su carrera musical en el jazz.
Barretto, entonces, decidió fusionar el jazz estadounidense con los ritmos caribeños, abriéndose paso entre los jóvenes músicos de la época en los barrios neoyorquinos, según documenta el libro "Historia de la salsa", del sociólogo y periodista puertorriqueño Hiram Guadalupe.
Seis años más tarde de retirarse del ejército, Barretto tuvo la oportunidad de grabar su primer disco, "Wine Woman y Cha Cha Chá", con la orquesta de José Curbelo.
Dos años después, Barretto tuvo una de las grandes oportunidades para un joven músico en aquellos tiempos cuando se convirtió en el principal conguero del legendario timbalero boricua Tito Puente al reemplazar al cubano Mongo Santamaría (1917-2003).
Estando con Puente, conocido como "El rey del timbal", trabajó en la producción "Dance Mania", pero en el 1961 decidió abandonar la orquesta por diferencias con el mencionado director.
Luego, Barretto tocó con otras reconocidas figuras del jazz como Max Roach, Charlie Parker, Art Blakey, Cal Tjader y Gillespie.
A finales del 1961, el empresario Orrin Keepnews y su compañía Riverside Records, le ofrecieron a Barretto grabar su primer disco propio y fundar la orquesta Charanga Moderna.
Junto a su agrupación, lanzaron los discos "Pachanga with Barretto", "Latino" y "Charanga moderna", que incluyó el éxito "El watusi", del cual se inspiró de un baile que hacían en el legendario club El Palladium en Nueva York.
Barretto grabó posteriormente otros discos, entre ellos, "Encendido otra vez", "La moderna de siempre", "Guajira y guagancó", "El 'Ray' criollo", "Señor 007", "Latino soul", "Viva Watusi".
Pero, no fue hasta 1967 que firmó un contrato con la compañía Fania Records, fundada por el empresario Jerry Masucci y Johnny Pacheco, y la cual también tuvo a su cargo las carreras de otros salseros como Héctor Lavoe, Willie Colón, Rubén Blades, Celia Cruz, Cheo Feliciano, Bobby Valentín e Ismael Miranda.
La primera producción que Barretto grabó bajo la Fania fue "Acid", con Adalberto Santiago, con quien lanzó otros discos como "Power", "Together", "Que viva la música" y "The other road".
Pero no fue hasta que produjo "Indestructible", que la carrera de Barretto tomó un giro magistral y que contó con la participación del cantante Tito Allen, que reemplazó a Santiago.
La relación con Allen no duró mucho, siendo sustituido por Tito Gómez, quien junto a Blades grabaron uno de los grandes éxitos de la salsa, "Guararé".
No obstante, Barretto y Santiago se unieron nuevamente en 1978 y lanzaron el disco "Rican/Straction".
Las últimas producciones de Barretto fueron "Rhythm of Live", "Tremendo trío" junto a Celia Cruz y Adalberto Santiago", "Todo se va a poder", "Aquí se puede", "Ritmo en el corazón", "Irresistible" y "Soy dichoso".