A pesar de los escándalos que ha atravesado la cantante por su sugerente presentación en los premios de MTV, sus constantes intentos de llamar la atención ya sea "perreando", sacando la lengua, usando prendas reveladoras o parrillas en la dentadura, me atrevo a criticar su nuevo video Wrecking Ball, bajo otra perspectiva, que poco tiene que ver con lo que hemos visto de ella últimamente.
Es su segundo sencillo del álbum Bangerz, y aunque la mayoría de los medios de comunicación han optado por enfocarse en el hecho de que aparece desnuda (a excepción de unas botas Dr Martens color café) considero que dista mucho de ser una continuación de la Miley 'vulgar' que hemos tratado de satanizar desde su colaboración con Robin Thicke.
Solo porque aparece desnuda no significa que sea vulgar ¿por qué nos empeñamos en sexualizar al cuerpo? Todos tenemos uno, y si creemos que es malo enseñarlo es solo porque eso hemos aprendido según los constructos de nuestra sociedad. Es verdad que el comportamiento de Miley ha sido de todo menos de buen gusto, pero para este sencillo está justificado porque todo el video es una representación de lo que quiere decir la letra de la canción. Un tema que habla de un amor que no se pudo concretar.
"Todo lo que quería era tumbar tus muros, todo lo que tú hiciste fue derrumbarme a mí"
Podría referirse tanto una relación romántica como a su relación consigo misma; el personaje de Hanna Montana, mismo del que ha tratado de huir sin éxito.
Ese cambio de actitud, tan radical en su persona, podría ser un intento de desprenderse de la imagen que tenemos de ella como artista de Disney Channel, o bien podría representar el proceso de desmoronamiento por el que ha pasado su relación con el actor Liam Hemsworth, con quien estuvo comprometida en matrimonio.
En una entrevista para Sunday People, la cantante admitió que su vida es un caos:
"Tengo muchos malditos problemas, estoy tan jodida, todos hacen cosas estúpidas cuando están así de jodidos [ ] no tengo una vida normal, me tomo un descanso de vez en cuando pero no soy muy buena en ello"
Y es verdad. ¿Recuerdan a Britney Spears en 2007 cuando se rapó la cabeza en un ataque de crisis nerviosa? Es más común de lo que pensamos, sobre todo en personas con tanta presión mediática como la que reciben ellas, quienes llevan desde niñas tras la mirada del ojo público.
Cuando Miley Cyrus se cortó el cabello, recuerdo haberme sorprendido mucho porque alguna vez hice lo mismo, y si has estado en una situación de mucho estrés, quizá hayas hecho algo igual de arrebatado. Es una tendencia en el comportamiento de las personas, el sentir la necesidad de exteriorizar los cambios internos a través de nuestra ropa o cabello para sentirnos renovados después de un evento doloroso o de uno que simplemente queremos dejar en el pasado.
Ofrece la sensación de que si nos vemos diferente dejamos de ser la persona que se vio envuelta en 'esa situación' en particular.
Otra razón para tomar este tipo de decisiones tan radicales, está en que nuestra apariencia es una de las pocas cosas que podemos manipular (dentro de lo que cabe), así que cuando todo se viene abajo por cuestiones ajenas a nosotros, sentimos que perdemos el control de nuestra vida y tratamos de compensar unas cosas por otras. Sigue la misma lógica de los trastornos alimenticios como la bulimia o la anorexia, padecida por muchachas que sienten que su peso es lo único que pueden controlar.
En Wrecking Ball vemos una Miley desnuda, pero no solo por el hecho de no traer ropa, sino como un símbolo de su faceta más vulnerable. No creo que haya tratado de ser sensual ni de continuar con la línea de 'loquilla' que no sabe a dónde va. Es una enorme bola que destruye estructuras de cemento. Todos tenemos capas, (sí, como la cebolla), unos más que otros pero todos las tenemos. Pienso que Miley quiso reflejar eso tanto en la letra de la canción, como en el video.
¿Cuál es el alboroto entonces?
Dejen a Miley en paz y disfruten el tema.
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Elizabeth.rosales@sandiegored.com