Esta pequeña selección es, desde luego, una arbitrariedad. La invitación es sacar al Medio Oriente del estigma y comprender que lo componen individuos cuyas relaciones con el mundo, permiten que sea lo que es: un crisol de historias.
Los temas que encontramos en estas películas, reflejan la crisis de derechos humanos, la violencia de género, las imposiciones de la religión así como las causas que motivan la crisis de migración actual.
Mustang: Belleza Salvaje (Mustang, 2015)
Vemos una playa de Turquía. La cámara sigue a cinco hermanas de largos cabellos y chicos con uniformes escolares que atraviesan la arena, jugando. Alguien más los ve: sus palabras terminarán con los días felices frente al mar. La escena parte del recuerdo de la realizadora de 37 años, Deniz Gamze Ergüven, quien vivió en Turquía durante su infancia, antes de decidir naturalizarse francesa y tomar el estandarte de la cinematografía.
Mustang: Belleza Salvaje, escenifica la historia de un quinteto de hermanas turcas que viven bajo el techo conservador de su abuela y tío, quienes toman medidas cada vez más drásticas para mantenerlas aisladas y conseguir que su destino sea el que ellos desean: que entreguen una menuda dote a alguna familia rica.
A través de su prolífica creatividad, las chicas encuentran maneras de salir del enclaustramiento y renovar su relación con el mundo que les rodea, hasta que la edad de cada una y las costumbres que su religión les ha destinado determina la llegada de su última oportunidad para ser libres.
Deniz, reconoce que entre su filme y Las Vírgenes Suicidas (The Virgin Suicides, 1999) de Sofía Coppola, existe una importante similitud: la película norteamericana "encapsula" lo que significa crecer dentro de un grupo de hermanas. La directora considera sin embargo que el resto de características hacen a los dos filmes completamente distintos: "Mustang tiene más referencias de películas que vi en mi infancia que aquellas que se crearon cuando yo ya era realizadora".
Su ópera prima, una coproducción entre Francia, Alemania y Turquía, ha recibido numerosos premios y nominaciones en los festivales de cine más importantes a nivel internacional, incluidos el de Cannes, César y los Óscar.
El Juicio de Viviane Amsalem (Gett. Le procès de Viviane Amsalem 2014)
Tres hombres de negro con largas barbas, harán lo posible por mantener unidos a los matrimonios que así (o no) lo deseen, en nombre de la justicia ortodoxa judía. Al interior de un tribunal y desde lo alto de su estrado, precederán El juicio de Viviane Amsalem, una mujer madura que buscará el divorcio que sólo bajo la autorización de Dios podrá obtener.
Ronit Elkabetz, protagoniza y coodirige con su hermano Shlomi Elkabetz, una historia real sobre la cultura del matrimonio en Israel. Durante tres años, Viviane se enfrenta a su esposo Elisha (Simon Abkarian) quien se niega a darle la carta de divorcio (gett) después de años infelices de matrimonio.
Con primeros planos que hacen brillar el talento de los actores y de un equipo de cinefotógrafos que explotan las cualidades de filmar en un solo espacio, la película nos acerca a la idiosincrasia de los géneros en una situación que hace entrever que lo político es, de hecho, un asunto personal.
Una Separación (A Separation, 2011)
Vuelta a la sala del juzgado. Los planes que Simin y Nader idearon para salir de Israel en busca de un mejor futuro para su hija Termeh se ven frustrados cuando el padre de Nader es diagnosticado con Alzheimer. Sólo hay una alternativa para que Simin salga del país: a pesar de que la pareja no lo desee, debe divorciarse.
El vaivén de convencerse mutuamente para abandonar su decisión (quedarse o irse) termina con la llegada de una mujer a la casa de la familia, después de sufrir un maltrato que, asegura, le quita la vida al hijo que espera.
Con cámara en mano la película muestra (siempre revelando a conveniencia), la óptica de los personajes cuyas vidas están determinadas por la moral israelí así como por sus convicciones religiosas e ideológicas: la imposibilidad de dejar a un hombre a su suerte, que una mujer asuma la responsabilidad económica en su familia, abandonar a los seres queridos por buscar mejores condiciones de vida así como confiar ciegamente en la justicia divina.
La paradoja de ser una persona honesta encuentra un ejemplo muy claro en este filme, escrito y dirigido por Asghar Farhadi, al confrontar a dos familias con convicciones equidistantes que hacen suponer que la verdad debe tomarse de quien viene; la sorpresa, el misterio de la película es descubrir el reverso oscuro de las apariencias.
Con información de Los Angeles Times , Film Affinity , New York Times , Rotten Tomatoes y New York Times
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